Segura de que no aguantará la presión, Gregoria reta a Aurora. Mientras Gonzalo reprocha a María que no haya sido sincera con él, Francisca teme que Inés sea una cazafortunas. El lunes, en “El secreto de Puente Viejo”.
Por
Alicia Marín
Si el capítulo del viernes dejaba a Francisca a punto de descubrir el secreto de Inés y Bosco, en la entrega del lunes la Montenegro verbaliza sus temores con Bernarda de que Inés sea una cazafortunas. Bosco reitera su amor a Inés y confía en que su generosa benefactora termine por aceptar su amor. Entretanto, Gonzalo reprocha a María que no haya sido sincera con él, pero ella le asegura que no quiere marcharse. Gonzalo llama a su hermana para pedirle consejo, y Aurora le deja mucho más tranquilo. María le pone condiciones a Rigo, el modisto: si quiere fotografiarla, tendrá que venir a Puente Viejo. Mientras tanto en Madrid, Aurora echa de menos a los suyos, siente morriña. Lucas intenta abrirle los ojos. Por su parte, la doctora Casas reta a Aurora, está segura de que no aguantará la presión.
Por otro lado, en Puente Viejo siguen los robos y empiezan a sospechar de los quincalleros. Alfonso sale en defensa de Matías cuando un cliente le acusa injustamente. Mientras tanto, Fe da la voz de alarma: han robado en la Casona. Mauricio no tiene dudas, sabe que fueron los quincalleros.
Nadie viene a recoger los huesos del Cid. Pedro llama para ver qué ha pasado con la comitiva que tenía que recoger los cofres y queda desconcertado.
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