El Carnicero idea un nuevo plan para acercarse a la familia Vargas: hacerse pasar por profesor en el instituto de Bea. Mientras, la policía tiene nuevas claves de dónde pueden estar enterrados los cuerpos de los que se deshicieron Márquez y el Enlace. Y el abuelo Arturo, enfermo de alzheimer, decide buscar una residencia. Esta semana, en “Estoy vivo”.
Por
Alicia Marín
Esta semana, el Carnicero idea un plan para acercarse a la familia Vargas: hacerse pasar por profesor en el instituto de Bea. La adolescente está confiada al recibir una buena impresión del nuevo docente. Por otro lado, la policía tiene nuevas pistas sobre dónde pueden estar enterrados los hostiles de los que se han deshecho Márquez y el Enlace. Manuel intenta despistar a su hija Susana y ganar tiempo para desenterrar los cadáveres con ayuda del Enlace.
Entretanto, el alzheimer avanza y Arturo es consciente de ello. Tanto es así que el abuelo decide buscar una residencia para no ser un estorbo para su familia. Márquez recibe con preocupación la noticia pero no puede hacer nada para evitarlo.