Mientras Francisca se la juega a Severo pero Nicolás encuentra una oportunidad de devolverle el golpe a la Montenegro, Saúl y Prudencio vuelven a perder los nervios. El martes, en “El secreto de Puente Viejo”.
Por
Alicia Marín
Mientras en el capítulo del lunes, Julieta accede a marcharse con su padre de Puente Viejo, el martes, don Ignacio pide a Julieta que guarde de momento el secreto de su marcha. Así, Julieta mantiene las distancias con Saúl, quien, de alguna manera, se desahoga con Consuelo. Mientras, sigue la tensión entre Saúl y Prudencio sin que Raimundo pueda acercar posiciones.
Entretanto, Fe y Nazaria recapitulan lo sucedido y firman la paz cuando Fe promete que no tratará de separar al matrimonio que forma con Mauricio.
Por otro lado, Carmelo apenas puede contener su ira tras el razonamiento que le ha hecho doña Francisca: quiere una condena perpetua para Severo a fin de que sufra toda la vida separado de su hijo. Nicolás se sonríe, pues ha visto una oportunidad de devolverle el golpe a la Montenegro y no van a dejarlo pasar.
Además, mientras Emilia informa a María del nacimiento de Camelia y siente nostalgia por no poder reunirse toda la familia, Dolores dispone que las cenizas de Pedro se esparzan por algún paraje próximo a Puente Viejo. Pero Hipólito tira accidentalmente las cenizas de Pedro a la basura. Finalmente Francisca deja a los hermanos en el despacho para que aclaren su situación, pero de nuevo pierden los nervios: no parece que haya reconciliación posible para ellos.
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