Los disturbios son cada vez más violentos y las consecuencias se conocerán la semana que viene en “Acacias 38”.
Por
Alicia Marín
Se ha decretado el toque de queda y los negocios del barrio han tenido que cerrar. Diego aparece en escena capitaneando a los obreros, con intención de negociar con los militares para frenar la revuelta. En mitad del caos y bajo la atenta mirada de los Alday, un guardia que ha recibido un siniestro encargo, aprieta el gatillo. El barrio se queda conmocionado y el corazón encogido. ¿Se habrá cobrado la revuelta una víctima mortal?