Ante el aplastamiento de Tristán, Carmen se hace cargo de la situación, mientras que Candela, cree que hay que poner a Aurora nerviosa, para que se delate.
Si en el capítulo de hoy veíamos el aplastamiento de Tristán por los barriles que provocaba Aurora (Jacinta), mañana comprobaremos que nadie sabe cómo reaccionar, siendo Carmen (Aurora, la verdadera hija de Tristán), quien se hace cargo de la situación ante el desconcierto general.
Candela cree que hay que poner a Aurora (Jacinta) nerviosa, para que se delate y tiene una idea.
Fernando por su parte, se hace la víctima, pero doña Francisca insiste, no quiere que María sea infeliz toda su vida. Mientras, Gonzalo avanza por el camino hacia un futuro incierto, acompañado por sus pensamientos. El sacerdote llega por fin a casa de su amigo y éste se lleva una gran sorpresa al saber que ha vuelto. Emilia y Alfonso están dispuestos a marcharse de Puente Viejo para salvar del hospicio al bebé, a quien recordemos, bautizaban con el nombre de Alfonso.
Aníbal, enfermo, se niega también a aceptar la ayuda de sus vecinos, si no reacciona, su futuro puede verse seriamente comprometido…
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Aurora (Jacinta) provoca el accidente de Tristán en "El secreto de Puente Viejo"
En la plaza de Puente Viejo es día de mercado. Aurora (Jacinta) provoca un derrumbe de barriles para aplastar a Carmen (Aurora) pero alcanza de pleno a Tristán, produciendo un desconcierto general entre los habitantes de Puente Viejo, nadie sabe cómo reaccionar.
El aplastamiento de Tristán en "El secreto de Puente Viejo"
Aurora (Jacinta) provoca un derrumbe de barriles para aplastar a Carmen (Aurora), pero alcanza de lleno a Tristán. Ante la conmoción general, es Carmen quien se hace cargo de la situación.
Gonzalo se marcha de Puente Viejo
Gonzalo avanza por el camino hacia un futuro incierto, acompañado por sus pensamientos. El sacerdote llega por fin a casa de su amigo y éste se lleva una gran sorpresa al saber que ha vuelto.
Aníbal, enfermo, se niega a aceptar ayuda en "El secreto de Puente Viejo"
Rita ha conseguido que Aníbal acepte buscar ayuda para salvar su vida y plantar cara a “la maldición”. Isidro y Rita están dispuestos a vender la granja para pagar los gastos médicos, pero Aníbal no acepta. Además, el joven también se niega a aceptar la ayuda de sus vecinos.