Avance capítulo 32 (jueves 31 de octubre): Julio sospecha que Rafael siente algo por Adriana
Bárbara recibe la carta que tanto esperaba de la institutriz. Sol, una mujer de carácter fuerte y mirada aguda, ha confirmado su llegada, lista para asumir su rol en la educación de Bárbara. Sin embargo, el impacto de la nueva presencia no pasa desapercibido para Isabel, que observa con recelo a la recién llegada y conmociona también a Bárbara.
Mientras tanto, Julio sigue observando atentamente los movimientos de Rafael, y su desconfianza hacia él crece cada día. Un detalle, una mirada, o un gesto parecen suficientes para que Julio se convenza de que Rafael siente algo más que amistad por Adriana. Esta sospecha se intensifica cuando los sorprende juntos, compartiendo un momento de cercanía que enciende en Julio la chispa de los celos. La inquietud lo consume, y cada vez se siente más decidido a confrontar a su rival.
En paralelo, Bárbara y Alejo comienzan a dejar atrás las tensiones que los habían distanciado. Tras una conversación franca, logran tender puentes, encontrando en el otro un aliado inesperado. Las sonrisas vuelven a surgir entre ambos, dejando entrever una reconciliación que nadie hubiera anticipado.
La relación entre Gaspar y Matilde, por su parte, sigue marcada por constantes altibajos. Una nueva discusión se enciende entre ambos, dejando en el aire las dudas y los reproches acumulados. Pero esta vez, Gaspar decide ser sincero y revela a Matilde la verdad que ha estado ocultando: Irene está embarazada, y él es el padre. La confesión cae como un rayo sobre Matilde, que se siente traicionada y desamparada, sin saber cómo reaccionar ante esta nueva realidad.
Victoria, fiel a su carácter calculador, no pierde tiempo y propone a su nuera un nuevo enfoque para manejar la relación con su hijo. A su vez, Adriana toma una decisión importante, dando su lugar en la boda a Victoria.
En la casa grande, Alejo consigue finalmente que su padre acepte a Atanasio como un nuevo residente, argumentando que su presencia podría ser beneficiosa para todos. El padre de Alejo, aunque reticente, accede a la petición, permitiendo que Atanasio se instale en la propiedad.
Por otro lado, Mercedes, siempre astuta y persuasiva, sigue ganando terreno en su relación con Bernardo, al que tiene a su merced.
Finalmente, la tensión entre Julio y Rafael alcanza un punto de ebullición. Julio, incapaz de contener sus celos y su desconfianza, enfrenta directamente a Rafael, lanzándole una acusación contundente: “Sé que Adriana te gusta”. Ha llegado el momento de la verdad.