Los protagonistas de la serie diaria de La 1 se han dado el “sí, quiero” en un emocionante episodio que ha revolucionado a los fans y reventado las audiencias. "La Promesa" comienza una nueva etapa.
Fátima Cruz
Los seguidores de “La Promesa” están de celebración. Por fin, el momento que todos estaban esperando desde hace 500 episodios se ha hecho realidad: Jana y Manuel se han casado.
Pero el camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil. Ha estado lleno de incertidumbre, trabas y desilusiones. Aunque, los protagonistas de esta historia han logrado sobreponerse a todo y hacer triunfar el amor verdadero.
La boda de Jana y Manuel ha anotado máximos de audiencia con un 15% de cuota de pantalla en prime time y se ha convertido en trending topic en las redes sociales. Todo un fenómeno, “La Promesa”, que presume de estar en mejor forma que nunca.
Si te has perdido el momento, o si quieres volver a revivirlo, repasamos cómo ha sido de emocionante el enlace de la doncella y el heredero en “La Promesa”.
Un “sí, quiero” a punto de gafarse
Como era de esperar, Cruz y Petra intentaron arruinar la boda de Jana hasta el último minuto. De hecho, el ama de llaves encerró al padre Samuel en el estudio de Manuel, pero éste logró reventar la puerta y llegar a tiempo a la iglesia, donde todos le esperaban con cierta inquietud por su demora.
Instantes después, con el cura ya en su sitio, Jana caminó hacia el altar del brazo del Capitán de la Mata. Su rostro delataba la emoción y alegría que sentía en ese momento. Lo mismo que Manuel, que la contemplaba al borde de las lágrimas.
Los dos consiguieron abstraerse del mundo y disfrutar de un día tan soñado por ellos. “Yo, Manuel, te quiero a ti, Jana como esposa. Me entrego a ti y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida”, recitó el novio, que recibió, a continuación, la réplica de Jana. Y así, tras unos segundos de tensión por si alguien se oponía al matrimonio, se convirtieron en marido y mujer.
Al salir de la iglesia, y rodeados de amigos y familiares, Manuel le dedicó a su ya radiante esposa unas palabras que le salieron directamente del corazón y que casi se les atragantan a los Marqueses.
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“No les he prestado mucha atención porque solo tengo ojos para mi preciosa esposa. Mi esposa Jana es la luz de mi vida desde el primer momento en que la conocí. Desde ese día, para mí, el mundo ya no es lo mismo sin ella. Soy incapaz de mirarme al espejo y no imaginarme a ella a mi lado. A partir de ahora, ya no hay un Manuel. Desde este día somos Manuel y Jana, dos seres en uno. Bendigo ese día porque lo cambió todo. Solo sé que la quiero desde entonces. ¡Estoy enamorado!”, confesó Manuel.
Y, con estas palabras, los novios se fundieron en un beso arropados con el aplauso de los presentes. Todo eran caras de felicidad, menos las de Cruz y Alonso, que parecían estar en un funeral.
Cruz deja las cosas claras a Jana: “Te detesto”
En un momento dado, y aprovechando que Manuel había dejado sola a Jana a las puertas de la iglesia mientras se hacía unas fotografías con su padre, Cruz se acercó a Jana y le mostró su verdadera cara. Fingiendo una gran sonrisa, le dijo a la muchacha por lo bajo: “Todo lo que he hecho no ha sido por ti. Por ti no habría movido un dedo. Para mí siempre vas a ser una fregona. Has humillado a mi familia de la peor manera. Te detesto, no sabes hasta qué punto”.
Así, sin más, se dio media vuelta y dejó a la novia al borde de las lágrimas. Suerte que Leocadia estaba cerca. La enemiga de la Marquesa, recién llegada a palacio, se ha convertido en poco tiempo en la mejor defensora de Jana. Es más, logró impedir que Petra y Cruz denunciaran a la joven a la Guardia Civil para frenar la boda.
La noche de bodas más apasionada
Después de todo un día de festejos, Manuel entró con Jana en brazos en su dormitorio y los dos se tumbaron en la cama, agotados de tanto comer y bailar.
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Los recién casados estuvieron de acuerdo en que había sido uno de los mejores días de su vida, sorprendidos, además, de que todo hubiera salido perfectamente.
Jana, además, tenía preparada una sorpresa para su marido. Se despojó del recargado vestido que le impuso Cruz, se soltó la melena, y, entonces sí, sintiéndose ella misma, se entregó a los brazos de Manuel.
Un capítulo emocionante que ha dejado a los promisers con la sensación de estar en una nube. Mucho nos tememos que la paz durará poco en el palacio de los Luján, pero eso ya tendremos que verlo en el episodio 501 que se emite este miércoles a las 17:30 horas en La 1.
