Isidro malinterpreta la relación de amor que Fina está comenzando y Luis logra que Joaquín deje el alcohol. Esto y más, en el capítulo 44 de “Sueños de libertad”, el jueves 25 de abril en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
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En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el miércoles 24 de abril, los médicos dijeron a Jesús que Begoña tendría que pasar varias pruebas para saber si puede heredar la enfermedad de Mercedes. Andrés cazó a su hermano con Elena y Begoña pidió apoyo a su marido, que aceptó no haber sabido reaccionar ante un “descubrimiento tan fuerte”... Y juró a su mujer que será el mejor esposo y el mejor padre para sus hijos…
Avance de lo que pasará el jueves 25 de abril en el capítulo 44 de “Sueños de libertad”
En las dependencias de los Merino, Gema y Joaquín protagonizan una tensa discusión a cuenta de la adicción de éste al alcohol y ambos llegan a la misma conclusión: lo suyo no tiene sentido. Él le recomienda que viva su vida, y ella saca del bolso el contacto del invitado que la reconoció en la boda como “Irene de Rojas” y lo llama por teléfono…
Por su parte, Isidro reprocha a Fina que no acudiera a verlo jugar el torneo de dominó. Su hija, que estaba en el hotel con Marta, se inventa que tuvo que acompañar a su jefa a revisar unos escaparates, y su padre la disculpa. Más tarde, Isidro entra en la tienda mientras Fina y Carmen charlan en el almacén.
“Lo nuestro siempre será clandestino”, escucha decir a su hija. “No creo que rompa su matrimonio por ti”, oye replicar a Camen. Nervioso, tira una estantería y las chicas descubren al chófer, que asegura que solo quería entregar una tartera a Fina.
En el sanatorio, Begoña enseña una foto de Julia a Mercedes a punto de acabar el horario de visitas. La enfermera cuenta a Luz que, esta vez, su madre ni siquiera la ha reconocido. La doctora aconseja a su amiga, que sigue obsesionada con la idea de no poder concebir, que consulte a un especialista.
Mientras, Luis y Joaquín continúan clasificando los archivos de su padre, como les ordenó Damián. El perfumista recuerda a su hermano cuánto hacían sufrir a Digna las borracheras de Gervasio y le ruega que olvide lo ocurrido entre ellos y rectifique a tiempo.
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Después, Luis y Andrés estudian cómo echar una mano a Joaquín, aunque el principal problema es que éste no se deja auxiliar por nadie. Sin embargo, su hermano desvela a su primo que tiene una última idea que podría funcionar.
De paso, Andrés revela a Luis que sospecha que Jesús es infiel a Begoña con Elena… Y está pensando en avisar a su cuñada… El menor de los Merino le advierte que “si ese matrimonio hace aguas, será una desgracia para todos…”
Jesús acude al dispensario a sacarse sangre y Luz le indica que Begoña ha salido. El empresario aprovecha para agradecer a la doctora su ayuda con Mercedes y, a renglón seguido, le sugiere que se “relaje”, pues él ya está al tanto de todo y será el apoyo de su esposa en ese asunto a partir de ahora.
Entretanto, Tasio y su madre aparecen en la tienda y saludan a Carmen. Cuando se quedan a solas, la futura suegra se escandaliza al ver a la dependienta posando en un cartel como imagen del nuevo perfume… “Eres de las que les gusta que las miren”, le suelta a la prometida de su hijo, que no sale de su asombro.
En la cantina, Carmen pone sobre aviso a Tasio. La muchacha no piensa aguantar a una suegra “de la época de las cavernas” e insta a su hijo a hacerle entender cuanto antes que no debe ofender sin motivo. Y en la cocina, Isidro, que ha oído campanas y no sabe dónde, explica a Digna que está convencido de que Fina anda con un hombre casado.
De su lado, Luis vuelve a la casa familiar para regalarle a Joaquín una réplica de la loción de afeitar de Gervasio que ha hecho en exclusiva para él. Al olerla, el hijo mayor de Digna se emociona y los hermanos Merino rememoran su niñez. Finalmente, Luis perdona a Joaquín y éste arroja las bebidas alcohólicas por el fregadero.
En la mansión, Jesús se dispone a salir y Andrés le pregunta si ha quedado con Elena, recordándole que los pilló a solas en el despacho. Su hermano se toma a guasa que crea que tiene un lío con su exsecretaria, y cuando el exmilitar amaga con chivarse a Begoña, Jesús le avisa de que hará el ridículo, porque ella sabe “todos” sus secretos.
Pero, efectivamente, Jesús se había citado en el despacho con Elena, que le entrega los documentos de Floral que le exigió. Con ello, la joven espera que su exjefe la olvide para siempre, pero él se acerca a manosearla a pesar de que ella lo rechaza por agredirla físicamente. Cuando la deja marchar, Elena garantiza que volverá… cuando esté muerto…
Si quieres saber más, adelántate a los próximos capítulos en nuestro noveno avance semanal de “Sueños de libertad”.
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