Todos los detalles sobre el esperado enlace entre Mateo y Claudia, el tercero que se celebra ya en la exitosa serie diaria de Antena 3 y que está repleto de emociones, con Carmen y Tasio de padrinos.
Después de tropezar por el camino con una ingente cantidad de obstáculos y tras fijar la fecha a prisa y corriendo, la emoción se apodera de la boda entre Mateo y Claudia, que se emite el martes 12 de noviembre a las 15:45 horas en Antena 3 en el capítulo 182 de “Sueños de libertad”.
La dependienta y el exsacerdote se casan por fin y la felicidad desborda ese día la colonia, aunque todos ignoran que la muerte acecha a la vuelta de la esquina.
La deseada boda de Claudia y Mateo en “Sueños de libertad”
Tras su radical cambio de actitud hacia los novios, don Agustín, que ha pasado de envidiar a Mateo hasta el punto de tratar de echarlo como sea de la colonia y de repudiar a Claudia por quedarse embarazada de Tasio a ser uno de los grandes apoyos de los chicos, es el encargado de unir en matrimonio a la pareja en la recoleta capilla de la fábrica.
La de Don Benito luce un sencillo vestido blanco de futura mamá de manga corta, talle alto y cuerpo bordado con un coqueto lazo bajo el pecho, regalado la víspera del enlace por Carmen y Fina, y un austero velo de tul casi transparente enviado a última hora por su progenitora desde el pueblo.
Para la ocasión, el novio ha escogido un traje oscuro de raya diplomática, una camisa de color crudo y una corbata rayada a tono con un ramillete en la solapa a juego con el ramo de la novia, confeccionado a base de flores blancas y lilas.
Terminada la ceremonia religiosa, los ya marido y mujer comparten su dicha con sus amigos y compañeros ante la ausencia de sus familias, pues tanto Ramona, la madre de ella, como Pedro, el padre de él, rechazaron por activa y por pasiva acudir al evento. De todos modos, Mateo y Claudia disfrutan en el convite que le han organizado sus padrinos, Tasio y Carmen, en la cantina.
La madrina viste un original vestido azul y blanco con cuerpo entallado y un estampado que anuncia ya la moda de los años 60 y que complementa con un bolero a tono sin mangas. Mientras, el padrino lleva un elegante traje gris claro que contrasta con una vistosa corbata de rombos.
“Sueños de libertad”: La convulsa boda de Carmen y Tasio en imágenes
Fina, por su parte, que está impresionante según Marta, se ha decantado por un vestido ajustado al cuerpo en la parte superior y falda de vuelo con estampado floral en tonos claros, grises y rojos que le sienta como un guante.
Tanto la encargada como las dos dependientas de la tienda de Perfumerías de la Reina llevan el pelo suelto, aunque recogido levemente en la parte superior con distintos accesorios decorativos.
La celebración del enlace entre Claudia y Mateo en “Sueños de libertad”
Tasio, emocionado, agradece a Mateo su compromiso y valor por hacerse cargo del hijo que espera de la propia Claudia. Para redondear la feliz jornada, durante la fiesta, Gaspar recibe una llamada de Dolores e informa a los presentes que su novia por correspondencia se personará muy pronto en Toledo para conocerlo.
Casi al final de la celebración, Pedro aparece en la boda para dar la enhorabuena a Mateo, que le reprocha veladamente haberse perdido el instante más bonito de su vida.
Su progenitor admite que le hubiera encantado asistir, se arrepiente de haber secundado a su esposa, Inés, en su guerra por boicotear el enlace y suplica a su hijo que lo perdone. En ese momento, llega Claudia, a la que su suegro colma de piropos, y los tres acaban con lágrimas en los ojos.
Luego, los recién casados suben a la habitación de ella, hasta donde Mateo la lleva en brazos. Allí se encuentran los regalos de Damián -un transistor último modelo para él- y Marta -que obsequia a Claudia con un espectacular conjunto de tocador-.
“Sueños de libertad”: La elegante boda de Andrés y María, en imágenes
Los novios aprovechan para dar rienda suelta a la pasión mientras sus amigos insisten en que guarden las ganas para la noche de bodas y bajen a seguir bailando con ellos.
Disipada la alegría de la boda, malvivir en la pensión para lograr un mínimo de intimidad se hace insostenible para Claudia y Mateo, y éste promete a su flamante esposa que pronto podrán alquilar su propia vivienda. Ella la prefiere con cama nueva, pues nunca ha estrenado un colchón.