Mientras don Ignacio acorrala a Santos, y el periodista decide contarle todo, Francisca encuentra a Raimundo. La próxima semana en “El secreto de Puente Viejo”.
Tras haber celebrado 9 años de emisión ininterrumpida, la intensidad no deja de crecer en “El secreto de Puente Viejo”. El próximo lunes 2 de marzo, Antena 3 arranca una nueva ronda de capítulos de la exitosa ficción para las tardes que prometen máxima emoción.
Mientras la semana pasada, la locura de Rosa y la muerte de Eulalia fueron protagonistas, en los próximos capítulos, Francisca por fin encontrará a Raimundo y lo traerá al pueblo.
Carolina y Encarnación escuchan ruidos y encuentran a Rosa desmayada, con el vestido de novia puesto. El doctor la examina y no se aprecian heridas ni golpes graves. Todos creen que son los nervios de la boda.
Después, Adolfo visita a su prometida y se deshace en atenciones, pero presiente que algo no va bien. Comenta a Tomás que se siente atrapado y que quizá la caída haya sido intencionada.
Entretanto, Pablo explica a don Ignacio, la confusión que vive, las medias verdades entre su madre y el empresario; no sabe a quién creer. Don Ignacio, propone un encuentro entre los tres y quizá le ayude a discernir la verdad, aunque le duela. Finalmente, Pablo se da cuenta de la verdad, su madre es una oportunista, solo ha venido a cobrar dinero, como lo hizo cuando nació.
Por su parte, Tomás percibe a Alicia más distante, pero ella insiste, en que solo son cuestiones personales. A la par, la Marquesa comenta con Francisca lo mucho que le incomoda la estancia de Campuzano, pero la de Montenegro le persuade que será por poco tiempo y en cuanto les diga lo que sabe de Raimundo, le sacarán de allí. Mauricio irrumpe y les comunica que Campuzano está muerto. Francisca se desespera y la Marquesa disimula su satisfacción.
Además, Tiburcio, Hipólito y Onésimo, discurren el modo de neutralizar el chantaje de Estefanía y se les ocurre meterla en un enredo, una trampa como la que ella ha tendido al pobre Tiburcio.
Francisca irrumpe en la sala, inquietando a la Marquesa y Antoñita, que no saben si ha escuchado algo. Francisca deja caer sobre doña Isabel la sospecha de que haya sido ella quien le haya proporcionado a Campuzano el arma para acabar con su vida, pero la Marquesa lo niega rotundamente. Después, el capitán informa a Francisca de lo averiguado, pero le avisa que no está dispuesto a soportar más presiones ni chantajes. Al parecer, Raimundo pudo escapar, por los rastros dejados por la jauría que le persiguió.
Por otro lado, Alicia comenta a Tomás que lo había juzgado mal, como un señorito, insensible y con pocas luces, pero le ha demostrado ser todo lo contrario. Más tarde, Matías cita a Alicia, intuye que algo no marcha y la presiona para que se explique, pero ella, esquiva la charla y se marcha.
Entretanto, don Ignacio se teme lo peor, cree que Santos hará explotar la noticia del accidente, pero Urrutia está aliviado y cree que les dejará en paz. A la par, Carolina recuerda a Pablo el primer beso que se dieron, pero el muchacho rechaza su ternura y le sugiere marcharse a Bilbao. Además, Adolfo intenta averiguar qué le pasó a Rosa en su caída, pero ella insiste en olvidarlo y en recordarle lo mucho que ella y su bebé le necesitan.
Por su parte, el plan de Onésimo consiste en denunciar a Estefanía por ladrona y para ello, necesitan una víctima de su supuesto robo.
Finalmente, Matías transmite a Marcela su preocupación por Raimundo, teme que, muertos Campuzano y doña Eulalia, esté solo y sin alimentos, pero su mujer le consuela y le recuerda, la fuerte naturaleza de su abuelo.
El capitán Huertas informa a Francisca que no encuentran ni un rastro de Raimundo. Francisca decide acompañarlo, no duda en que hallará vivo a su esposo. Mauricio avisa a Matías de que Francisca dirige la búsqueda.
Entretanto, Adolfo visita a su prometida y le hace entrega solemne del anillo familiar, pero Rosa no es capaz de manifestar ninguna emoción y pide a su novio que anule la boda.
Por otro lado, Damián e Isidoro, coinciden de nuevo en la entrega clandestina de pasquines y reiteran su desconfianza hacia Matías. Isidoro cree que puede ser un agente doble. A la par, Encarnación anima a su hija a presentarse como alcalde a las próximas elecciones y Alicia, que se sabe explotada como mujer y trabajadora, decide pensárselo.
Además, Marcela presiente que Matías oculta algo…
Rosa explica a Adolfo que no se siente amada, cree que va a casarse con ella por compromiso y por cumplir como padre. Su prometido le asegura que la quiere por encima de todo y parece que logra calmar su desaliento. Más tarde, Adolfo pide a la Marquesa centrarse en el asunto de su porvenir, no sabe aún, con qué recursos contará cuando se case y sea padre, pero su madre le pide paciencia y le promete que todo estará concretado para entonces.
Mientras, Tiburcio sigue sin saber cómo escapar del chantaje de Estefanía y siguiendo los planes de Onésimo, la cita para entregarle el dinero que le pide. Pero, el intento de atraco a Estefanía se frustra y Tiburcio se queda sin el dinero y con la amenaza de la chantajista.
Por otro lado, Marcela siente a Matías esquivo, pero éste le comenta que su preocupación está en dar con Raimundo; su mujer calla, aunque intuye algo raro.
Además, Alicia avisa a Tomás de su intención de presentarse a las elecciones, cree que, si lo hace, deberá renunciar al trabajo, pero su jefe le anima, cree que será una gran política.
Finalmente, Mauricio avisa a Matías de que han localizado a Raimundo y lo traen al pueblo.
Don Ignacio escucha a Manuela, Carolina y Pablo los pormenores de la visita y la nota que Urrutia ha logrado enviar. Don Ignacio les pide comprensión ante la sequedad mostrada por ambas mujeres.
Siguiendo las recomendaciones de sus abogados, que creen que Santos puede ser peligroso, don Ignacio se dirige al hostal para encararse con él y saber qué está tramando, sin saber que Pablo le sigue de cerca. Don Ignacio acorrala a Santos, exigiéndole la verdad y el periodista decide contarle todo.
Por su parte, Matías necesita saber más sobre la localización de su abuelo, pero el alcalde le exige paciencia. Le cuenta lo sucedido a Urrutia y la intención de Alicia de presentarse en las elecciones. Matías previene a Mauricio, cree que Alicia es un rival muy fuerte y puede ganar las votaciones. Más tarde, Matías sigue preocupado por su abuelo, pero cuando Marcela intenta animarle, decide que debe marcharse a toda prisa; su mujer le exige saber a dónde va. Alicia aguarda escondida a que Isidoro recoja los pasquines y lo acorrala.
Entretanto, Antoñita previene a la Marquesa y sus hijos, que Francisca esta de camino y viene con su marido, pero no saben si lo trae vivo o muerto. Finalmente, Raimundo llega a La Habana en una camilla, con aspecto muy desmejorado y por lo que se sabe, al parecer fue recogido y cuidado por un pastor que lo encontró desvanecido en la sierra.