El pasado de don Ignacio con la Marquesa saldrá a la luz mientras Adolfo descubrirá que J. Pierre es su padre. Además, la vida de Marta estará en peligro… La próxima semana en “El secreto de Puente Viejo”.
Alicia Marín
El final se acerca y la intensidad sigue creciendo de forma imparable en “El secreto de Puente Viejo”. El próximo lunes 11 de mayo, Antena 3 arranca una nueva ronda de capítulos que prometen mantener enganchada a la audiencia.
Mientras la semana pasada, las mentiras de Emilia, la reacción de Raimundo y la gran pregunta de Tomás a J. Pierre fueron protagonistas, en los próximos capítulos se descubrirá el pasado de don Ignacio con la Marquesa, Tomás confesará a Adolfo que J. Pierre es su padre, y la vida de Marta estará en peligro.
Capítulo 2318 (lunes 11 de mayo): Don Ignacio revela la verdad sobre J. Pierre mientras Raimundo manifiesta a Francisca su deseo de morir
Manuela acaba de despertar y todas intentan saber cómo cayó. Doña Begoña y Rosa temen su relato, pero la gobernanta les asegura que tropezó y fue la señora la que le socorrió. Doña Begoña se felicita por la amnesia de Manuela, aunque duda de su desmemoria, pero Rosa se alegra; confiesa apreciar a la enemiga de doña Begoña que disimula su decepción. Lo cierto es que doña Begoña está en lo cierto, pues cuando Encarnación visita furtivamente a Manuela, ésta le confiesa que no cayó por accidente, sino que doña Begoña la empujó.
Entretanto, don Ignacio intenta esquivar las preguntas de Adolfo sobre J. Pierre, se remontan a un pasado que no quiere recordar y le aconseja centrarse en el presente y en el porvenir. Más tarde, don Ignacio comparte con Pablo su desasosiego tras la charla con Adolfo y le cuenta que el francés es un sinvergüenza que sedujo a la Marquesa y trató de robarla, pero descubrió sus intenciones y le obligó a marcharse. Le amenazó con demostrar que fue el asesino del Marqués y J. Pierre puso tierra de por medio. La Marquesa no le ha perdonado y le culpa de su amor frustrado. Pablo está perplejo y deduce que, quizá el empresario, sintió algo por la Marquesa, cosa que don Ignacio no niega, pero prefirió protegerla de ese sinvergüenza, aunque su reputación quedará envenenada por las acusaciones de J. Pierre.
Después, Pablo y don Ignacio visitan a Manuela y comprueban que va mejorando, pero regresan a la fábrica ya que la falta de Urrutia y la dejadez de Ramón se notan. Luego, Pablo y Carolina comunican a la familia que van a casarse, pero la noticia no es bien recibida. Doña Begoña y su marido, creen que son demasiado jóvenes.
Por otro lado, Alicia trabaja en el ayuntamiento, escucha un ruido y empuña un abrecartas para intentar defenderse. Es Mauricio que viene a interrogarla, por si recuerda algo de su salvador y más tarde, Matías le pregunta por lo mismo. A la par, la alcaldesa reitera su desconocimiento y comenta las dudas del capitán sobre su peligrosidad ya que estaba en el lugar del atentado y armado. Alicia oculta su verdadero temor, que sea Tomás y que de algún modo esté implicado.
Por su parte, Tomás se entera de que don Ignacio ha evitado pronunciarse sobre J. Pierre, pero los hermanos saben que oculta algo. La Marquesa quiere evitar que su amante regrese a París, quiere vivir una segunda oportunidad, pero él se excusa y culpa a Solozábal, convencido que intentará impedirlo. Doña Isabel confía en que ahora son parientes y puede hacerle entender que la muerte de su esposo fue, en realidad, un accidente, pero el francés calla y oculta sus verdaderas intenciones.
Finalmente, Francisca detecta cierta tristeza en Raimundo y al preguntárselo, el de Ulloa manifiesta su deseo de morir y dejar de ser una carga.
Capítulo 2319 (martes 12 de mayo): Manuela arriesgará su vida para salvar a los Solozábal de la locura de doña Begoña mientras Tomás desvela a Adolfo quién es en realidad J. Pierre
Francisca está perpleja al conocer la voluntad de morir de Raimundo y le asegura que nunca se lo permitirá. Hace prometer a Emilia que jamás ayudará a su padre a cumplir su deseo y ésta, a su vez, pide a Matías y Marcela que tampoco lo hagan. Matías reflexiona y aunque cree, que la mejor muestra de amor es terminar con el sufrimiento de un ser querido, promete a Marcela que no ayudará a su abuelo a terminar con su vida.
Entretanto, Manuela repasa con Encarnación los detalles del accidente y aunque corre peligro, está dispuesta a quedarse para proteger a don Ignacio y a sus hijas de la locura de su madre.
Más tarde, Marta aguarda la llegada de su marido, pero Ramón llega bebido y con ganas de desahogar su rabia en ella. En el desayuno, la tensión entre Adolfo y su cuñado se acentúa y doña Begoña debe llamarlos al orden. Después, doña Begoña sorprende a Marta llorando, pero cuando intenta averiguar qué le pasa, su hija lo achaca al embarazo y la madre no insiste.
Por su parte, Carolina y Pablo tienen claro que se casarán aunque no tengan el permiso; están decididos a fugarse. A la par, don Ignacio visita a Manuela y le pone al día de la marcha de la casa, pero cuando la gobernanta intenta contarle algo, el empresario se adelanta y le pregunta por la visita de Encarnación.
Finalmente, Tomás reprocha a su madre la relación que mantiene con el francés y ésta se defiende, recordándole su historia con la tabernera. Antoñita confiesa a su señora que tampoco le gusta J. Pierre. Mientras, Adolfo maldice a su cuñado y se lamenta de la poca información que ha sacado de don Ignacio sobre el francés. Tomás siente que debe sincerarse y decirle toda la verdad sobre su verdadero padre.
Capítulo 2320 (miércoles 13 de mayo): Alicia recibe una amenaza de muerte mientras Marta pierde al bebé y doña Begoña asesina a Ramón
Adolfo se desencaja al saber por Tomás que J. Pierre es su padre, y así, Adolfo se presenta en La Habana y aprovecha que su madre y J. Pierre están juntos para echarles en cara lo descubierto. La madre, avergonzada, no encuentra el modo de explicarse y el francés, con mano izquierda, intenta apaciguarlo, pero el hijo se marcha, indignado. La Marquesa sufre, pero el amante, maneja la crisis con astucia y le convence que Adolfo terminará aceptando la realidad. Por su parte, Tomás se pone a la defensiva y se niega a permitir que J. Pierre revise el estado financiero de la mina, pero el francés le reprocha su hostilidad y le asegura que sus celos le delatan.
Entretanto, Manuela evita dar detalles de la visita de la antigua cocinera y se centra en el asunto de la boda de Carolina y Pablo. Don Ignacio le explica que son demasiado jóvenes y que deberán esperar, pero la gobernanta le hace ver que la negativa puede empeorar las cosas y la pareja decida fugarse.
Después, Carolina visita a Pablo en la fábrica y lo encuentra desbordado, Ramón no se deja ver y hay demasiado trabajo. Le asombra que don Ignacio no reprenda a su yerno, pero Carolina cree que es doña Begoña la que le ha pedido evitarlo y lograr cierta armonía en la familia. Más tarde, don Ignacio charla con su mujer sobre la polémica boda de Carolina y Pablo, pero, aunque doña Begoña cree que es un error, su marido logra persuadirle de que, permitirles casarse puede ser lo más conveniente. En ese momento, Ramón baja, gritando ayuda, está desesperado y lleva a Marta inconsciente y ensangrentada. Los gritos de Ramón despiertan a la familia, pero cuando intentan que se explique, es incapaz de articular palabra. Manuela, consciente de lo ocurrido, le abofetea. El doctor informa que Marta se recuperará, pero ha perdido el bebé. Don Ignacio intenta consolar a su yerno, pero cuando Manuela hace referencia al cuerpo amoratado de Marta, Ramón alega que se cayó. Don Ignacio detecta que su yerno está mintiendo. Marta entra en crisis al escuchar que ha perdido el bebé. Rosa cuenta a su marido lo ocurrido y Adolfo reacciona con una furia que Rosa no puede calmar.
Pablo avisa a Carolina que celebrarán su boda en quince días. A la par, la Marquesa visita a don Ignacio para tratar el asunto de J. Pierre, pero al conocer lo sucedido, decide posponer esa conversación. Después, doña Begoña coincide con Ramón y mientras charla y le prepara una tila, lo asesina.
Por su parte, Francisca está más animada, confía en que su marido irá mejorando y le asegura que debe olvidarse de querer morir.
Por otro lado, Urrutia regresa, frustrado, de su última oferta de trabajo. Las condiciones propuestas son tan malas que está dispuesto a aceptar la que despreció días atrás. Encarnación le pide paciencia y, de paso, le comenta su preocupación por Alicia, que se pasa las noches en blanco por miedo a las pesadillas que sufre cuando duerme. Urrutia vuelve a casa, decepcionado y sin trabajo, pero cuando su mujer le recuerda que puede volver a la hojalatería, su marido se niega.
Mientras, el capitán Huertas informa a Alicia que, a falta de más pruebas sobre el atentado, la investigación se suspende. La alcaldesa le confiesa el miedo que padece, pero también su férrea disposición a superarlo. Después, Alicia revisa el correo y abre un sobre con una bala que lleva su nombre. Matías comprueba que Marcela se preocupa por la seguridad de Alicia y le sorprende que no le guarde resquemor, pero su mujer le asegura que lo único que le ocupa es la felicidad de su matrimonio. Ambos reconocen estar más compenetrados que nunca.
Por su parte, el capitán Huertas discute con don Filiberto sobre política y le previene sobre la importancia de luchar por lo que uno cree, pero dentro de la legalidad y aprovecha para comentarle la bala recibida por Alicia, pero el sacerdote esquiva el asunto y culpa a la alcaldesa.
Finalmente, los arcángeles reunidos determinan la estrategia a seguir, pero hay divergencias. Unos apoyan la tesis de don Filiberto de seguir atentando y, otros, la de Tomás, que busca la moderación y la estrategia en los objetivos. Interviene la Marquesa y les informa que las órdenes de sus superiores son claras. La Marquesa anuncia a los arcángeles que se suspenden las reuniones y para evitar filtraciones, las acciones se harán en células reducidas y las órdenes vendrán de arriba, señalando al líder que dirige, encapuchado, la asamblea.
Finalmente, Francisca se descubre como líder de los arcángeles ante don Filiberto y le encarga ser su brazo ejecutor en las próximas acciones anti republicanas.
Capítulo 2321 (jueves 14 de mayo): Unos hombres encapuchados siembran el pánico en el pueblo
J. Pierre ilusiona a la Marquesa dibujando un futuro junto a su hijo Adolfo en París. Doña Isabel se deja llevar por el entusiasmo y el francés saborea su manipulación, que se encargará de sembrar el odio en su hijo para separar a los hermanos de los Visos, ¿lo conseguirá?
Entretanto, un equipo de cine ha llegado a Puente Viejo y Antoñita se dispone a participar en unas pruebas para buscar actrices. Contamos con el cameo de Gloria Serra, de Equipo de Investigación de laSexta, que interpreta a una actriz del rodaje. Después, Antoñita sale de la prueba muy ofendida y cuando explica lo ocurrido a Marcela y Onésimo, este último reacciona y se enfrenta al equipo de rodaje dejando atónita a la muchacha. Por su parte, Dolores intuye que Antoñita suspira por su sobrino, pero ésta lo niega, solo está agradecida por su gesto. Pero, más tarde, Antoñita escucha como Onésimo dice pestes de ella y se marcha dolida, pero él va detrás y en medio de su disputa, terminan besándose apasionadamente. Onésimo se presenta en La Habana como un Don Juan enamorado.
Carolina se desahoga con Pablo, tiene remordimientos por lo sucedido y está asustada de la frialdad de su madre. Don Ignacio se horroriza al comprobar, como su mujer intenta pasar página y olvidar todo lo ocurrido, pero llega Marta preguntando por su marido y la madre le dice la verdad: lo ha matado ella. Marta queda en shock, tratando de asimilar que su madre ha matado a Ramón, pero llega Carolina que intenta aliviar su desconsuelo y le pide que se reponga para su boda, la necesita más que nunca. Más tarde, Adolfo coincide con Marta y lamentan la dificultad que tienen para ocultar sus verdaderos sentimientos.
Además, Marta recibe la inquietante visita de Rosa que le amenaza, si vuelve a acercarse a Adolfo. Doña Begoña atiende con cierta desgana los requerimientos de Manuela y se sorprende, al comprobar que la gobernanta ha cambiado su actitud y se presta a comportarse como lo que es, el ama de llaves y no alguien de la familia. Lo que ignora doña Begoña es que Manuela está fingiendo, decidida a proteger a la familia.
Finalmente, Alicia confiesa todas las amenazas que ha estado recibiendo en los últimos días ante Puente Viejo… ¿Se sentirán los habitantes en peligro? En ese momento, unos hombres encapuchados siembran el pánico en el pueblo y Emilia debe recibir la visita del doctor ante un derrumbe. El doctor Clemente aconseja que Emilia sea examinada en el hospital, pero ella se niega...
El capitán informa a Alicia que no han podido capturar a nadie y ante la extrañeza de la alcaldesa, confiesa que intuye cierto descuido entre sus hombres. Tomás recibe la visita de Alicia que le pregunta abiertamente, si fue él, quien la rescató del ataque sufrido en el callejón. Tomás reconoce a Alicia que fue quien la salvó y la alcaldesa deduce que pertenece a los arcángeles y por eso conocía el complot, pero cuando intenta saber quiénes son sus miembros, Tomás le advierte que no les delatará.
Capítulo 2322 (viernes 15 de mayo): Don Filiberto hace estallar una bomba en la fábrica de Solozábal
Alicia y el capitán Huertas someten al mosén a un severo interrogatorio, pero no logran su confesión y aunque reconocen no tener pruebas, deciden que pase la noche en el cuartelillo. El capitán informa a Alicia y Mauricio que debe liberar a don Filiberto por orden de sus superiores, no tiene modo de retenerlo y el exalcalde aconseja a Alicia, elegir mejor sus batallas y apostar solo por las que pueda ganar.
Más tarde, Mauricio y el capitán Huertas coinciden con Tomás que aprovecha para informarles que se ha mudado y ahora reside, provisionalmente, de alquiler. Reconoce sus desavenencias con su madre, pero pronto se centran en comentar sobre Maqueda y su inquietante desaparición. Aunque todo parece indicar que se ha marchado voluntariamente, Tomás no olvida la paliza que le dieron los que pretendían comprar la mina y su posible implicación en esta extraña ausencia. Pierre manipula a su hijo y le confiesa que no se fía de Tomás, cree que ha heredado el perverso carácter de su padre y previene a Adolfo contra lo que su hermano pueda estar cavilando.
Además, Onésimo propone a Antoñita una boda secreta que formalice su amor y les permita vivir juntos. Urrutia llega a casa un tanto enfermo y su mujer le presiona, para que deje ese trabajo donde le explotan, pero su marido insiste en que, a su edad, es lo mejor que puede encontrar.
Entretanto, Francisca interrumpe sus cavilaciones y comenta a don Filiberto que confía en que su detención le haya hecho reflexionar y reforzar sus convicciones. Don Filiberto le asegura que así es y la Montenegro le ordena cumplir con su juramento y atacar la fábrica de Solozábal, republicano convencido y le advierte que tiene explosivos como para volar el pueblo entero si fuera necesario. Y así, cuando Pablo sale del despacho de don Ignacio estalla una bomba en la hojalatería.
Don Ignacio se recupera de la impresión y busca entre los escombros a Pablo al que encuentra herido. Carolina se angustia al saber que Pablo está herido, pero el doctor Clemente informa que está fuera de peligro. Urrutia se acerca a la fábrica y allí se reconcilia con don Ignacio y decide ponerse a trabajar de inmediato en la valoración de daños. Vuelven a ser un equipo.
Tomás informa a su madre de lo ocurrido y acusa directamente a los arcángeles, pero la Marquesa no está informada y niega tener algo que ver. Su hijo le exige saber quién dirige la organización y descubre que la líder, en la sombra, es Francisca Montenegro.
Mientras, Rosa recrea morbosamente los detalles que su madre le dio sobre la muerte de Ramón y su marido se asombra al percibir en ella cierta confusión, pero Rosa, en pleno brote le asegura que está todo en orden. A solas, Rosa esconde en la chaqueta de su marido la aguja con la que su madre mató a Ramón y llama a la policía.
El Capitán se presenta en La Casona para informar que el cadáver de Ramón ha aparecido. Viene a registrar la casa e interrogar a Adolfo ya que hay una denuncia anónima lo incrimina. Doña Begoña repasa detalles y comprende que ha sido su hija Rosa la delatora e informa de ello a don Ignacio y de su convicción de que Rosa ha heredado su patología mental. Deciden que Marta acuda a La Habana para prevenir a Adolfo.
El capitán Huertas encuentra la aguja en la chaqueta de Adolfo. Doña Begoña tiene una delicada conversación con Rosa y ésta, termina por reconocer los celos y la denuncia. Además, su madre, descubre que su embarazo era fingido. Doña Begoña informa a su marido de lo que ocurre con Rosa y su decisión de que vaya al sanatorio de Austria donde le trataron a ella; según parece, la hija está dispuesta.
Don Ignacio quiere exculpar a Adolfo y que doña Begoña asuma su autoría, pero esta se niega. El Capitán quiere detener a Adolfo, pero el empresario le explica las circunstancias de la muerte de Ramón, le asegura que Adolfo es inocente.
Por otro lado, Onésimo y Antoñita se han casado, pero no han podido aún tener su noche de bodas y en el colmado le aconsejan posponerlo hasta que se calmen las cosas. A la par, Marcela sorprende a Emilia llorando y ésta, finalmente, le reconoce que sufre una enfermedad incurable.
Finalmente, Tomás interroga a J. Pierre por el capataz y sugiere que puede estar muerto dado que ha aparecido un cadáver. El francés cae en la trampa que le ha tendido Tomás, al acercarse al lugar del crimen para verificar que el capataz sigue allí, pero Tomás le ha seguido y se enfrenta a él. J. Pierre reacciona agresivo y le advierte que lo matará, como hizo con su padre y como hará con su madre, pero ignora que el Capitán, Adolfo y la Marquesa, escuchan la disputa y el Capitán decide intervenir y detenerlo.
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