La cuarta temporada de “Stranger Things” ha estrenado sus primeros 7 episodios y ha vuelto a batir récords en el momento más delicado de la compañía de "streaming".
Que Netflix se encuentra en caída libre no es ningún secreto. La plataforma de streaming, que desde el principio dominó sin rival el panorama del vídeo bajo demanda, ha empezado a notar las consecuencias del aumento de competencia. Las suscripciones están cayendo y las acciones se desploman a un ritmo de vértigo. La Gran N Roja ya ha empezado a tomar cartas en el asunto para paliar los daños. Pero es que, además, han contado de cara al inicio del verano con una píldora mágica que les ha permitido respirar después de estos meses tan turbulentos: “Stranger Things”.
La serie, que nació casi a la par que Netflix, ha sido siempre su gran gallina de los huevos de oro. Las tres temporadas previas habían congregado unos números de audiencia que solo otro puñado de series como “Los Bridgerton” o “El Juego del Calamar” han conseguido alcanzar.
Ahora, la exitosa producción de los hermanos Duffer ha regresado a las pantallas con la Parte 1 de su temporada 4. En total, 7 episodios más largos que de costumbre que han vuelto a seducir a crítica y público. Así, esta temporada ya se ha convertido en la tercera serie en inglés más vista de todos los tiempos en Netflix… ¡y lo ha conseguido en solo 10 días! Que va a ascender a lo más alto del ranking es un hecho y solo queda por ver dónde se situará su límite. Pero ¿qué razones hay detrás de este éxito mayúsculo?
Se acerca el final
Uno de los grandes motivos por los que la temporada 4 de “Stranger Things” ha arrasado de esta forma eran las ganas que había de su continuación. La temporada 3 se estrenó en 2019, por lo que los fans han tenido que pasar por un largo desierto de tres años para recuperar a sus queridos personajes.
En un principio, Netflix tenía planeado su estreno mucho antes, pero la pandemia del coronavirus hizo estragos en toda la industria, y la serie no fue excepción. Esto dejó a los espectadores aún más sedientos de una nueva aventura de Once y el resto de niños, ahora adolescentes.
Otra de las grandes razones, y muy relacionada con la anterior, es el hecho de que esta temporada 4 de “Stranger Things” va a ser oficialmente la penúltima. Sus protagonistas han crecido y la magia de la inocencia que tenían antes cada vez es menor. Por eso, los Duffer han optado por darle un final digno en la futura temporada 5 en lugar de seguir estirando el chicle innecesariamente. Es una decisión que ha levantado una gran tristeza, pero también ha despertado las ganas por saber qué es lo que les ocurrirá antes del desenlace y cómo llegarán a él. Más aún después de la temporada pasada, donde el grupo quedó dividido y con algunas desapariciones dolorosas.
Por otro lado, todo aquel que ya haya podido ver “Stranger Things 4” habrá comprobado que la ambición de la producción ha aumentado considerablemente. El presupuesto que Netfix ha destinado a la serie es muchísimo mayor que en otras ocasiones y esto se nota, para bien, en la propia narrativa.
La historia ya no se centra solo en el pequeño pueblo de Hawkins, aunque este siga siendo el epicentro de todo. La trama es mucho más grande que antes, involucra a rusos, a cuerpos de seguridad secretos de Estados Unidos y, ante todo, cuenta con un villano mil veces más imponente y poderoso. A su lado, los terroríficos Demogorgons de la temporada 1 parecen un asunto minúsculo. Una serie de aciertos que han hecho de esta entrega algo espectacular.
Amor por los años 80
Por último, no puede dejar de señalarse el tono ochentero del que la serie hace gala. Fue uno de los grandes motivos por los que enamoró tanto en su estreno. Aquel grupo de niños parecía sacado de películas como “Los Goonies” o “E.T. el extraterrestre”. Y su historia y su estética estaban directamente relacionadas con las grandes películas de aventuras y ciencia ficción de la época (“Encuentros en la Tercera Fase”, “Alien”, “Star Wars”, “Halloween”, “Cazafantasmas”…). Esto siguió muy presente en las temporadas 2 y 3.
Pero, ahora, los niños están en el instituto y algunos ya preparan su marcha a la universidad. Se necesitaba un pequeño cambio y “Stranger Things 4” lo ha tenido. Para este final, se ha optado por acercarse de manera muy evidente a filmes como “Pesadilla en Elm Street”, “La Cosa”, “El Exorcista”, “Cabeza Borradora”, “El Silencio de los Corderos”…
El tono de la temporada 4 de “Stranger Things” es mucho más oscuro y maduro. Y le sienta de fábula. Buena parte de la culpa la tiene el hecho de que cada escena esté plagada de referencias a dichas películas. Unas referencias que se han incluido, una vez más, con un cariño y una delicadeza exquisitas para complementar a su historia sin necesidad de hacerlo de una forma burda y poco sutil. La producción está más cuidada que nunca y los ojos del espectador lo agradecen.
En resumen, el éxito de “Stranger Things 4” ha venido dado por una serie de elementos que hacen de ella un imprescindible y un favorito de los suscriptores de Netflix. Su cuidada historia y ambientación, sus carismáticos personajes a los que conocemos desde hace años, su ambición y espectacularidad, sus infinitas referencias y el factor de que llegue tres años después de la entrega anterior son los ingredientes de una fórmula con la que Netflix ha visto por fin algo de luz entre las tinieblas.
Y todo apunta a que la Parte 2 de esta cuarta temporada, formada por los dos episodios finales, repetirá el mismo logro. Para ello aún habrá que esperar a su estreno el próximo 1 de julio.
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