Leonor y su chico descubren a Pilar, hija del primer matrimonio de Augusto, tonteando en el club "Ateneo" con hombres bastante más mayores que ella.
Pilar regresa a la Academia y se muestra feliz y contenta ante Maite y Don Aniceto, pero, sin embargo, la hija de Pruden y Waldo no acaba de creérselo. Por otra parte, Leonor y su novio se la encuentran casualmente ligando en el Ateneo con hombres que superan a la joven en edad. Pilar quiere demostrar que no es una niña y actúa como toda una mujer, fumando, ligando y bebiendo alcohol.
Recaredo sigue intentando conquistar a Marina y le envía un regalo bastante moderno y provocativo para la época, un bustier con portaligas. Al ver Pruden esta prenda femenina, se lleva las manos a la cabeza y se santigua.
Valeria, quien se mostró destrozada ante la detención de Diego, se concentra plenamente en su negocio y evita conocer más detalles sobre Diego. Además, la joven está decidida a negociar las clausulas abusivas con la productora cinematográfica.
Pelayo, quien no da marcha atrás respecto a la jubilación, ni siquiera hablando con su nieta Leonor, acude al detective Bonilla para confesar que ni Diego ni Luis eran espías. Él tuvo mucho que ver con lo de Rumania. Por otra parte, Elena y Filomena, están muy preocupadas por la detención de Diego y por no poder localizar a su abogado. Tratan de investigar sobre el tema porque no entienden nada y cuando menos se lo esperan Bonilla les afirma que a Diego le tendieron una trampa.