Bosco, que esta semana estará más cerca de Inés que nunca, pide a Francisca que le hable de Tristán. Además, la Montenegro pone en marcha su venganza para hundir el proyecto de la Casa de Aguas, pero todo Puente Viejo parece dispuesto a ponerse de parte de Conrado. El lunes, en “El secreto de Puente Viejo”.
Por
Alicia Marín
Mientras en el capítulo de hoy, un amor del pasado de Tristán y una inesperada visita se convertían en protagonistas, en la entrega del lunes, Gonzalo y María vuelven con las manos vacías, convencidos de que Francisca les ha mentido en el asunto de las cartas, pero no saben qué hacer al respecto. A petición de Bosco, que esta semana estará más cerca de Inés que nunca, Francisca le cuenta cosas sobre Tristán, conmovida por su interés; y es que el joven obviamente no sabe que está preguntando por su padre… parece que la Montenegro está a punto de confesarlo. Fe se despide de las clases de esperanto después de que Francisca le prohibiese volver… a petición de Mauricio. Regalado acude donde Francisca para insistir en la enseñanza de Fe, y ésta accede. Parece que a Mauricio no le ha salido del todo bien el plan de alejarles.
Por otro lado, Alfonso busca el apoyo de su familia en la decisión que ha tomado respecto a Matías y que claramente el resto del pueblo no aprueba. El joven agradece que Alfonso le proteja de tanta maledicencia. Al tiempo, Conrado llega indignado con una absurda notificación oficial; tiene que presentar todo tipo de certificados y notificaciones oficiales para seguir adelante con el proyecto de la Casa de Aguas: ésta es la venganza de la Montenegro. El pueblo entero parece dispuesto a ponerse de parte de Conrado para salvar la Casa de Aguas.
Mientras llegan noticias de la vuelta de Rigo a París, don Anselmo confirma que Francisca ha intentado boicotear el indulto de Raimundo.
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