Mientras Cristóbal sospecha que Carmelo tiene mucho que ver en el “numerito” de la biblia, Camila recibe el alta pero se muestra muy alterada y tiene un encontronazo con Hernando. Además, Matías confiesa a sus padres que ha dejado embarazada a Marcela, al tiempo que Raimundo se niega a comer, se muestra cada vez más agresivo y Francisca se desespera. El viernes, en “El secreto de Puente Viejo”.
Por
Alicia Marín
Mientras en el capítulo del jueves un regalo envenenado y la desesperación de Camila son protagonistas, el viernes, Cristóbal ordena que encuentren al responsable del “numerito” de la biblia, pero la búsqueda del intruso ha resultado infructuosa. Cristóbal expone sus sospechas de que Carmelo tiene mucho que ver con la presencia misteriosa y pide a Onésimo que haga una serie de averiguaciones.
En los Manantiales, el doctor Zabaleta autoriza a Camila a que recupere su ritmo normal de vida a pesar de las apreciaciones de Lucía y Beatriz que no ven recuperada a la mujer. Y es por eso, dice Lucía, que efectúan unos cambios en la tienda con la intención de animarla, pero Camila reacciona a la inversa, no le hace ninguna ilusión. Después, Camila y Hernando tienen un encontronazo por el estado anímico de la mujer, quien se muestra muy alterada por las sensaciones que percibe de la gente de los Manantiales, siente que no es necesaria para nadie.
Entretanto, Matías confiesa a Alfonso que ha dejado embarazada a Marcela y, a pesar del disgusto, le asegura que siempre estará a su lado. Cuando llega el momento de decírselo a Emilia, ésta también le apoya incondicional.
En la Casona, Raimundo se niega a comer y muestra una agresividad cada vez mayor y por primera vez Francisca da señales de desesperación; no aguanta ver así a su amor.
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