Mientras Francisca está muy cerca de hacerse con La Casona, la tía Eulalia inicia su venganza… En los capítulos del 28 al 1 de noviembre.
El próximo lunes 28 de octubre, Antena 3 arranca una nueva ronda de capítulos de “El secreto de Puente Viejo”, su exitosa ficción para las tardes que, en su nueva temporada, sigue conquistando a la audiencia con sus intensas tramas.
Mientras la semana pasada estuvo marcada por la infidelidad de Matías y el regreso de Raimundo, en los próximos capítulos, Francisca estará muy cerca de conseguir La Casona sin saber que la tía Eulalia acaba de iniciar su venganza…
Ignacio les avisa que se irán en breve, pero mientras, vigilará sus entradas y salidas, no está dispuesto a que un amor adolescente arruine a toda la familia. Encarnación sorprende a Carolina intentado fugarse de nuevo, logra sosegarla, pero descubre en sus lamentos, lo mucho que ama a Pablo. Después, don Ignacio pide a Urrutia que se ocupe de la gerencia de la fábrica hasta que llegue un nuevo responsable y se ponga al día. Informa a Mauricio de su regreso y recuerda que debe informar de su partida a la Marquesa, algo que le provoca cierta inquietud.
Entretanto, la Marquesa tantea a Adolfo por el curso de su relación y él le confiesa que don Ignacio está poniendo trabas. Ella se ofrece a intervenir, pero su hijo le pide que se mantenga al margen. Tomás informa a Adolfo de la marcha a Bilbao de las Solozábal y logra frenar el ímpetu de su hermano asegurándole que buscará detalles sobre ese traslado.
Además, Maqueda recuerda a Tomás y Adolfo la conveniencia de no demorarse en el pago salarial, la Marquesa acostumbra a hacerlo, pero esta vez, después de la huelga reciente, deberían pagarles a tiempo.
Por otro lado, Matías trata de negar la mayor ante su abuelo, pero éste le exige sinceridad. Le recuerda que puede perder todo lo que tiene y le hace ver que, en las situaciones duras, hay que saber apostar por lo más importante, la familia. Dolores se queda perpleja al comprobar que Marcela no se encara con Alicia, pero la posadera le argumenta que a quien debe pedir explicaciones es a su marido.
Más tarde, Matías recibe de Alicia el encargo de trasladar armas a La Puebla para una acción revolucionaria que realizará una célula local. Le cuenta su charla con su abuelo y la necesidad de salvar su matrimonio. Alicia le recuerda que ella no espera nada, solo disfrutar de su compañía. Matías avisa a Marcela de su ausencia y ella aprovecha para encontrarse con Tomás. Alicia se presenta en el hostal y con su arrogancia, logra que Marcela le acuse de robarle el marido.
Marcela se desfoga y acusa a Alicia de destruir su familia, pero la joven no se achanta, cree que todos somos libres y que, cada cual, elige dónde quiere estar. Después, Marcela se desahoga con Tomás y le cuenta, su ataque de rabia y su confusión. Está decidida a intentar salvar su matrimonio, aunque esto les provoca una enorme tristeza. Tomás, no puede evitar recordar las órdenes de su madre de eliminar a Matías.
Por otro lado, Rosa y Carolina presionan a Marta para que avise a Adolfo y ésta, aunque alega que no deben desobedecer al padre, termina cediendo. Manuela le fuerza a reconsiderar lo arriesgado de su decisión. Don Ignacio despacha con Ramón y Urrutia, y lamenta que la hojalatera dependa tanto de la Marquesa, teme que repitan la huelga y que el nuevo gerente pueda quedarse sin reservas. Ramón sugiere valorar comprar las minas y a don Ignacio, a falta de cálculos, le parece una idea brillante.
Mientras, Encarnación observa, como su hija Alicia, es capaz de disculparse con Carolina, embaucarla, fingir como nadie y, ya a solas, descubrir el desprecio que muestra su gesto. Rosa entrega a Marta la carta para Adolfo y se queda compartiendo su angustia con Carolina, pero don Ignacio escucha y sufre al pensar lo que están padeciendo.
Por su parte, Adolfo está nervioso con los detalles que Tomás le da sobre la marcha de las Solozábal y quiere ir a La Casona, pero su hermano le sugiere aclararse primero y averiguar de quién está enamorado. Urrutia se presenta en La Habana para informar a la Marquesa del regreso de los Solozábal a Bilbao y de la llegada de un nuevo gerente. La Marquesa disimula su malestar.
Entretanto, Tomás y Adolfo comparten sus tribulaciones amorosas, el primero asume que ahora es el paño de lágrimas de Marcela y el segundo, duda entre ambos afectos. Más tarde, la cita de Adolfo y Marta culmina en un beso apasionado.
Finalmente, la Marquesa informa a Francisca que los Solozábal se van y ambas celebran la noticia, podrán pujar por La Casona y recuperarla.
Adolfo y Marta han sucumbido, hay un antes y un después, de ese primer beso. Se prometen seguir en contacto, a pesar de los obstáculos que Marta prevé y del peligro de ser descubiertos. Después, Adolfo cuenta a su hermano la cita con Marta, sigue tan extasiado que ni siquiera ha abierto la carta de Rosa, pero cuando lo hace, se siente un miserable. Rosa le entrega su corazón y le promete amarle toda su vida. Adolfo está confuso, siente que Rosa le exige pronunciarse. Tomás aconseja a su hermano terminar con este romance a tres, de lo contrario, está convencido de que todos sufrirán.
Entretanto, la Marquesa y Francisca especulan sobre lo cerca que está la compra de La Casona, al confirmarse que la familia Solozábal se irá y la de Montenegro, ya se imagina como dueña y señora. En la fábrica, Ramón ha hecho números e insta a donn Ignacio, a reunirse con la Marquesa, para hacerle una oferta por la mina. Más tarde, la Marquesa se encuentra en Puente Viejo con Raimundo y se inquieta al percibir el tesón del de Ulloa por dar con su mujer.
Raimundo aconseja a Marcela luchar por su matrimonio, pero ella no sabe si podrán. Matías, por su parte, se llega hasta la bodega, donde Alicia le aguarda impaciente y le informa que ha debido deshacerse del armamento que trasladaba a La Puebla de forma clandestina; la Guardia Civil estaba siguiéndole.
Finalmente, Marta termina por contar a Manuela el beso de Adolfo y ésta se indigna, cree que el muchacho juega con las dos hermanas. Llega Rosa, ansiosa por saber cómo ha ido la cita y su hermana le explica que Adolfo acepta la marcha de todas, con resignación. Rosa se angustia, no entiende la frialdad de Adolfo y se desahoga con Carolina, siente que debe hacer algo para evitar la ruptura, pero no sabe qué. Rosa exige a Marta detalles sobre lo ocurrido en su encuentro, presiente que hay algo que se le escapa y decide acudir a una cita con Adolfo.
Marta convence a Rosa de que espere y no se precipite con Adolfo. Teme quedar al descubierto y se siente atormentada. Se desahoga con Manuela, se da cuenta que no puede traicionar a su hermana y decide conseguir que Adolfo le aborrezca.
Entretanto, Carolina escribe a Pablo y don Ignacio se anima a escribirle también. La menor se lamenta del enfrentamiento familiar, pero el padre confía en que todo volverá a su cauce. Rosa se desinfla por los pasillos, lánguida e inapetente. Don Ignacio comenta a Urrutia que ha recibido una oferta por La Casona y cree que debe considerarla, le ha cogido cariño, pero para él y su familia, el futuro está en Bilbao. Llega Ramón y se marchan a visitar a la Marquesa para ofrecerle comprar la mina, pero no les deja ni entrar en detalles, se niega a vender.
Mientras, Matías relata a Alicia, cómo tuvo que arrojar las armas al río, al sentirse rodeado por la Guardia Civil y los retrasos que eso provocará en la estrategia revolucionaria. Después, la hija de Matías llora porque ha perdido un diente y Marcela reprocha a su marido su escasa implicación, no ha sabido ni siquiera darle consuelo.
Por su parte, Raimundo se marcha, seguirá buscando a Francisca y de despide de Marcela y Matías, no sin antes aconsejarles que cuiden su matrimonio. Matías se solaza con Alicia y ambos dan rienda suelta a sus deseos. A la par, Urrutia y su mujer planifican su regreso a Bilbao, pero temen que Alicia no acepte el regreso.
Por otro lado, el capataz informa a Tomás y Adolfo, que un accidente de un minero le ha retrasado, pero lo que más le preocupa es el ambiente laboral, teme que cualquier minucia desborde la tensión. La Marquesa habla con su testaferro para que empiece a pujar por La Casona, y Antoñita le informa que Raimundo se va de Puente Viejo.
Finalmente, la tía Eulalia autoriza a su lugarteniente, Campuzano, el hombre que le informó del hallazgo del asesinado en el bosque, que busque a Francisca Montenegro.