Jesús pide a Begoña que se olvide de Elena, pero ella no cede. Mientras, Luis empieza a dudar de Luz y Andrés hereda una pesada carga. Esto y más, en el capítulo 26 de “Sueños de libertad”, el lunes 1 de abril en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
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En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el jueves 28 de marzo, Fina y Carmen hallaron a Claudia en coma tras haber ingerido dos botes de pastillas y la dependienta quedó ingresada. Mientras, Andrés aseguró a Damián que no sería “honesto” casarse con María y que así lo había decidido… Su padre se encerró en el despacho. “Necesito un favor un tanto delicado”, dijo a quien estaba al otro lado del teléfono…
Avance de lo que pasará el lunes 1 de abril en el capítulo 26 de “Sueños de libertad”
Begoña aún da vueltas a la escena entre Jesús y Elena que vio en el despacho, y le cuenta a su marido que la secretaria le ha jurado que “malinterpretó la amabilidad” de su jefe. La enfermera no se cree nada y sugiere al empresario que prescinda “de una mujer que sigue sintiendo "algo" por él. “Veré cómo puedo arreglarlo”, promete Jesús.
Así, propone a Marta que Elena sea su jefa de tienda. “No la soporto”, contesta su hermana, que rechaza la idea. No obstante, Jesús insiste: no tiene más remedio que cambiar de puesto a su secretaria y ruega a Marta que le ayude. Finalmente, ésta acepta que Elena sea la nueva encargada del almacén. “Eso de quitártela de encima, huele muy mal”, avisa a su hermano mayor.
Cuando Jesús comunica a Elena que será relegada al almacén, la secretaria monta en cólera y advierte: “No estoy dispuesta a ser tu diversión”. Éste argumenta que se trata de un sacrificio necesario para poder estar juntos, la vuelve a besar y le dice “te quiero” por primera vez.
Claudia está fuera de peligro, aunque Fina y Carmen son prudentes. La sevillana sigue martirizándose por haber dejado en evidencia a su amiga. Cuando Marta llega a la tienda, ambas le engañan, aseverando que Claudia está en el hospital “por una indigestión”.
La jefa reprocha a Fina que la dejara plantada en la ópera. “Igual ha vuelto a llamar tu amiga, la francesa”, ironiza Marta al ver el teléfono descolgado. La muchacha le pide perdón, pero la jefa se hace la dura, asegurando que lo pasó muy bien sola.
Claudia, muy debilitada, regresa a la colonia y quiere volver ya a la tienda. Sus compañeras le confiesan que han mentido a Marta para que nadie sospeche que quiso suicidarse. La joven manifiesta a Carmen -que jura ser su escudera a partir de ahora- que ella no tiene la culpa de nada, que fue su “egoísmo” lo que la llevó al límite.
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En el laboratorio, Luz trata de convencer a Luis de que lo mejor es pasar página. A él le cuesta aceptar la ruptura porque no entiende el motivo, y ella repite que prefiere centrarse en su trabajo y que no hay ningún misterio que ocultar. El perfumista lamenta no saber nada de su pasado y saca a relucir a Blanca, pero la doctora se niega a dar más explicaciones: “¡Solo quiero estar sola!”.
En la cantina, Esther se abre a Fina: “En realidad he vuelto, por ti”, le suelta a la dependienta su exnovia, que le plantea retomar su relación e irse juntas a París, donde ya le ha encontrado un empleo. Fina necesita pensarlo.
Terminadas las obras en la fábrica, Andrés se ofrece para encargarse de la logística y el transporte de la empresa familiar, y para ello ha pensado en contar con la ayuda de Joaquín. Jesús se niega a perder a su primo como “hombre de confianza”, pero Joaquín acepta la propuesta de Andrés…
En casa, el mayor de los Merino reconoce a Gema que acaba de ponerse en contra al mayor de sus primos. No obstante, su esposa ve la situación como una oportunidad de mejora: “Tú solo déjate querer por Jesús”, le aconseja.
En la tienda, Marta, que continúa ajena a lo ocurrido, riñe a Claudia y la manda al almacén por haber acudido al hospital y no al dispensario “por una simple indigestión”. Pero ni la aludida, ni Fina, ni Carmen se atreven a revelar la verdad a la jefa.
Finalmente, y ante la amenaza de Marta de despedir a Claudia, Fina se sincera con ella: su compañera intentó quitarse la vida. Marta, sobrecogida, comprende ahora por qué Fina no pudo acudir con ella a la ópera y abraza a la dependienta con fuerza.
En la mansión, el notario comunica a María que es la heredera universal de su padre. A solas, el hombre entrega a Andrés un sobre, ya que era voluntad del difunto que lo recibiese en privado. “La misión más importante de tu vida es cuidar de mi hija”, reza la misiva…
Si te has perdido algo, repasa los anteriores capítulos en el avance semanal de “Sueños de libertad” que te ofrecemos en vemosTV.
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