La muerte de Feliciano en brazos de Petra ha sido un momento que costará mucho olvidar para los espectadores de “La Promesa”. Repasamos el último adiós de este personaje que se ha ganado el cariño del público y despedimos a Marcos Orengo, el actor que le ha dado vida.
Fátima Cruz
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La diferencia de clases nunca ha estado tan patente en “La Promesa” como en los últimos episodios. El maquiavélico plan de Cruz y Lorenzo para matar a Curro en una cacería y evitar que ostentara el título de Barón de Linaja no salió como ellos planeaban. No solo porque el muchacho sobrevivió, sino porque hubo un inesperado daño colateral, y es que Feliciano, el lacayo que lo acompañaba, también resultó herido de bala.
Y aquí es donde entra en juego el estatus social. Mientras no se escatimaban recursos para salvar la vida al sobrino de los Marqueses, Feliciano era abandonado a su suerte en su dormitorio de la zona de servicio. No fue hasta que Petra acudió suplicando a Cruz que alguien viera a su supuesto hermano, que la Marquesa decidió enviar al doctor Sandoval, uno de los mejores de la comarca, que estaba en palacio para atender a Curro.
Sin embargo, la intervención a la que fue sometido el prometido de Teresa fue toda una carnicería, sin ningún tipo de higiene y sin anestesia. El doctor Sandoval, haciendo gala de un clasismo cruel, no tenía intención alguna de salvarle la vida a un simple criado. ¡Pobre Feliciano! Esa operación fue su sentencia de muerte, pues derivó en una infección que fueron incapaces de contener, dado que, además, en esa época aún no existían los antibióticos.
Teresa hizo todo lo que pudo, llevando incluso a otro médico del pueblo que no pudo hacer más que confirmar lo inevitable: el muchacho se estaba muriendo y no podían hacer nada por él.
Feliciano se despide de Teresa y Petra en “La Promesa”
Feliciano era un muchacho espabilado y, consciente de que su salud estaba muy frágil, tuvo una conversación con Teresa en la que quiso despedirse de ella. En este momento el stock de pañuelos de papel de media España se rompió.
“No le tengo miedo a morir. Solo me da pena no haber pasado más tiempo contigo. Hubiese sido tan bonito envejecer juntos. Me hiciste el hombre más feliz del mundo el tiempo que nos hemos querido”, le dijo Feliciano a la doncella. La pareja se acababa de comprometer y estaban preparando con ilusión su boda. Hasta habían pensado en mudarse a una casita donde criar a sus hijos.
“La Promesa”: Marcos Orengo es Feliciano, el hermano de Petra que llega por sorpresa para quedarse
Teresa, destrozada ante la idea de perder al amor de su vida, aguantó estoica la petición de Feliciano: “Quiero ser para ti un dulce recuerdo, no un impedimento en tu felicidad. Mi tiempo se está acabando, pero el tuyo no. Mereces ser feliz. Prométeme que vas a ser feliz”, le pidió él.
Pero si la despedida de Teresa nos dejó ya sin lágrimas, la de Petra no se quedó atrás. Madre e hijo apenas habían tenido tiempo de disfrutar juntos, pues hacía muy poco que él había descubierto que ella no era su hermana, sino su madre.
“Usted me enseñó a ser fuerte. Deberíamos habernos abrazado más, es una sensación maravillosa”, le dijo Feliciano a Petra. Además, quiso tranquilizarla, quitándole cualquier tipo de culpa respecto a todo lo que había sucedido entre ellos.
“Hemos vivido los últimos momentos de mi vida juntos y han sido los mejores. Gracias madre, le quiero”. Y, con estas palabras, Feliciano expiró su último aliento en brazos de Petra. Una Petra que gritó y suplicó cuando fue consciente de que su hijo acababa de morir.
Sus gritos alertaron a Teresa, que entró corriendo en el dormitorio y no pudo más que unirse a su suegra en un llanto desconsolado… Sin duda, una de las escenas más duras que hemos visto en “La Promesa”.
Marcos Orengo se despide de “La Promesa”
El vacío que deja Feliciano con su muerte es muy importante. El joven logró hacerse un hueco entre sus compañeros después de empezar con mal pie al ayudar a Petra con el robo del bebé de Pía. Sin embargo, pronto quedó patente que el muchacho era un buenazo, todo corazón.
El actor que ha dado vida a Feliciano durante todos estos meses, Marcos Orengo, ha querido despedirse de su personaje en una entrevista concedida al videopodcast “Si el servicio hablara”.
Una de las cosas que ha contado es que cuando aceptó interpretar a Feliciano tenía bastantes prejuicios acerca de él. “Feliciano era un señor de pueblo. Siempre me lo imaginaba como un tío tosco, sin modales. A mí me costaba tanto irme a ese extremo que empezamos a encontrar cositas pequeñas y al final lo que me hizo hacer clic para hacer a Feliciano era entender que él lo que quería era sentir", ha explicado el actor.
Y así es como Marcos Orengo moldeó a Feliciano a su medida, convirtiéndolo en un chico entrañable, de buen corazón, con un pasado duro a sus espaldas: “Salió un Feliciano mucho más amable, que a pesar de todo lo malo que ha vivido, tiene un corazón muy bonito".
Respecto a su romance con Teresa, el actor cuenta que entre ellos conectaron por ser buenas personas. “Teresa, aunque todo el mundo estuviese en su contra, veía lo bueno de Feliciano. Teresa es su alma gemela, su amor eterno", asegura.
La verdad es que Marcos Orengo lo ha dado todo en su interpretación de Feliciano en “La Promesa”. Tanto, que llegó a romperse la mano durante el rodaje de una de las escenas donde golpea repetidamente un árbol para descargar toda su rabia tras enterarse de que Petra era su madre.
Respecto a las últimas escenas de Feliciano en la serie, el actor asegura que fue intenso y gratificante. "Eso fue precioso de grabar, estuve cuatro horas con la adrenalina en pico. Después, ver cómo Feliciano va muriendo poco a poco, esas últimas secuencias con Teresa y Petra son devastadoras", cuenta.
Además, el actor ha querido elogiar a Andrea del Río y Marga Martínez, Teresa y Petra, sus compañeras en este trayecto. Y ha destacado lo intenso que es rodar una serie diaria. "Es trabajar y currar todos los días, levantarse temprano, estar en un equipo con muchísima gente, trabajar en una rueda que va muy rápido a la que te tienes que acostumbrar muy rápido también”, dice.
Por último, ha querido homenajear a su personaje: “Con Feliciano he llorado por él, con él, he tenido muchísimas alegrías, ha sido muy bonito de hacer e interpretar". Y ha pedido a los espectadores que no sufran por él, pero que “echen mucho de menos a Feliciano, que se quede para siempre en sus corazones". Así lo haremos.
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