Tras descubrir que Eugenia es su madre, Begoña duda si contarle el secreto a Jesús. Y ajena a la relación entre Marta y Fina, Carmen cree que su jefa ha dejado de valorarla. Esto y más, en el capítulo 40 de “Sueños de libertad”, el viernes 19 de abril en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
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En el último episodio de “Sueños de libertad”, emitido el jueves 18 de abril, Andrés dio finalmente el “sí, quiero” a María y la boda se celebró en la mansión, donde un invitado saludó a Gema llamándola “Irene” y ella aceptó una cita. Mientras, don Agustín y su presunta hermana saborearon su engaño a Mateo al tiempo que Carmen besó a Tasio. Al día siguiente, las monjas revelaron a Begoña que Eugenia no es su tía… La mujer se llama Mercedes y es… ¡Su madre!
Avance de lo que pasará el viernes 19 de abril en el capítulo 40 de “Sueños de libertad”
Una semana después, Marta y Fina despiertan en un hotel tras una noche de amor. La jefa propone a la dependienta alquilar un pequeño apartamento para sus encuentros, y Fina le recuerda que podrían ir a la cárcel. La joven está muy a gusto con Marta, pero es realista y prefiere no hacerse ilusiones “de cosas que sé que son imposibles”.
Mientras, Begoña aún no le ha contado a Jesús que la mujer del sanatorio es en realidad su madre. Al parecer, su padre, tras ingresar a Mercedes siendo Begoña muy niña, hizo creer a su hija que su progenitora había muerto al nacer ella.
Y Digna sigue enfadada con Damián desde el día de la boda, asumiendo su papel de criada y tratando a su cuñado como el patrón al que sirve. Él desea que su relación vuelva a ser cordial, pero ella insiste en que nada se puede arreglar ya entre los De la Reina y los Merino.
Entretanto, Tasio, que vuelve a ser novio de Carmen, asegura a Gaspar que está más enamorado que nunca y va a pedir a la sevillana que se case con él, aunque quiere preparar algo muy especial… Finalmente, improvisa y se lo pregunta en plena tienda, delante de Claudia y dos clientas, y Carmen responde… ¡No!
No obstante, Carmen aclara a Tasio que prefiere esperar a que la pareja se consolide y a tener un sitio donde mudarse juntos. El muchacho, como anteriormente la chica lo dejó porque no se decidía a contraer matrimonio, ya le había dicho a su madre que se iban a vivir con ella…
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Más tarde, Luis acude a visitar a su madre y ésta le conmina a reconciliarse con Joaquín. Digna considera crucial que la familia esté unida. “Es la única manera de salir adelante”, le advierte a su hijo pequeño. En estas, aparece Joaquín, que cada vez bebe con más frecuencia, pero ninguno de los dos hermanos da el paso que está esperando la matriarca.
Por su parte, Damián abronca a Jesús por destrozar a Digna provocando la fractura entre sus hijos. Primero, amenazando a Joaquín para que traicionara a Luis y, luego, chivándose al perfumista de lo que había hecho su hermano. El patriarca lamenta que su primogénito pague así a su tía, que se desvivió por él cuando su madre murió.
Jesús, en otra de sus bravatas, replica a su padre que, “con escrúpulos”, la empresa nunca se habría situado en lo más alto. “Eso lo aprendí de usted”, le recuerda con cinismo a Damián.
Y en la otra casa, Joaquín, cansado de que Gema le afee sus borracheras, restriega a su esposa que ella ideó el plan para boicotear el contrato de Luis con Floral y lo animó a ceder al chantaje de Jesús. Digna escucha la discusión desde la escalera…
Después, en la mansión, acusa a su nuera de enfrentar a dos hermanos y hacer que Luis perdiera un buen empleo. Sin embargo, Gema piensa que su maniobra “no salió tan mal, porque todos ganaron”. Esto exaspera a Digna, que le exige que reconozca su culpa mientras la sirvienta no puede reprimir el llanto.
En la tienda, Carmen se siente desplazada por su jefa y no entiende por qué últimamente Marta solo cuenta con Fina para los asuntos importantes. Así, se planta en su despacho y le cuestiona qué la ha llevado a desconfiar de ella. Marta, asombrada, dice que le tiene el mismo aprecio de siempre, pero la empleada le avisa de que su favoritismo por Fina puede acarrear el enfado del resto de trabajadores.
En el dispensario, Begoña está hundida tras saber lo que hizo su padre que, para ella, ha pasado a ser “un desconocido que me engañó toda la vida”, y rememora cuando la obligaba a llevar flores a una tumba que, realmente, estaba vacía. La enfermera confiesa a Luz que le aterra visitar a su madre.
A pesar de ello, resuelve ir a verla con una caja llena de fotografías familiares y comienza a hablarle del pasado. Cuando Mercedes ve un babero bordado por ella misma, entiende que Begoña es su hija y ambas lloran desconsoladamente…
Si te has perdido algo, repasa los capítulos anteriores en nuestro octavo avance semanal de “Sueños de libertad”.
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