Adolfo y Rosa se casan mientras Emilia Ulloa vuelve al pueblo. La Marquesa no desaprovechará la ocasión para sembrar la desconfianza entre Francisca y Emilia. La próxima semana en “El secreto de Puente Viejo”.
En su recta final, la intensidad no deja de crecer en “El secreto de Puente Viejo”. La ficción española más longeva, arranca una nueva ronda de capítulos el próximo lunes 23 de marzo, que promete altas dosis de intensidad, mucha emoción y tensión. Los espectadores están cada vez más cerca de conocer el gran misterio que alberga Puente Viejo…
Mientras la semana pasada, Francisca y Raimundo se mudaron, doña Begoña regresó y la Marquesa tomó una drástica decisión respecto a Rosa, en los próximos capítulos, Adolfo y Rosa celebrarán su boda para disgusto de la Marquesa, y Emilia Ulloa volverá a Puente Viejo por sorpresa.
Doña Begoña y sus hijas disfrutan de la fiesta improvisada que se ve interrumpida con la llegada de Ramón y Pablo. Deciden descansar; la boda es al día siguiente. Manuela teme que la boda le excite o que su enfermedad brote repentinamente, pero don Ignacio quita hierro a sus preocupaciones, deberán estar alerta, pero confía en que todo irá perfecto. Mientras, Adolfo y Tomás brindan por el futuro en la víspera de su boda.
Entretanto, Francisca atiende la visita de la Marquesa y le hace entrega de un sobre para su hijo Adolfo como regalo de bodas. Doña Isabel le insiste en que en La Habana estaría más cómoda que en esa humilde casa, pero Francisca asegura tener lo imprescindible para cuidar de su marido. A solas, baña a Raimundo y le transmite lo mucho que le quiere y lo adecuado que ha sido salir de La Habana y alejarse de la manipulación de la Marquesa.
Llega el gran día y Maqueda está listo para marchar a la iglesia, pero encuentra un sobre a su nombre y al abrirlo comprueba que está lleno de dinero y no lleva tarjeta.
Rosa baja radiante y solo don Ignacio percibe la tensión entre Manuela y doña Begoña, a cuenta de un detalle con el vestido de la novia. En la Iglesia, aguardan la llegada de Rosa que lo hace de la mano de su padre. Cuando llega el momento de que Adolfo responda a don Filiberto, este rememora las advertencias de su madre para evitar la boda y se queda mudo, con todo el público expectante.
Por otro lado, Matías comenta con Marcela el mitin de Alicia y la fuerza de sus argumentos, cree que tiene muchas posibilidades de ganar a Mauricio, aunque sea uno de los mejores alcaldes que han tenido.
Adolfo da el sí y todos respiran aliviados. Doña Begoña y doña Isabel, se saludan formalmente, acusando ambas, cierto recelo. Solo Adolfo detecta la tristeza que Marta intenta ocultar. Ramón no está dispuesto a regresar a Bilbao, siente que su suegro le necesita en la fábrica y Marta se siente atrapada.
Entretanto, Pablo decide intentar mediar con Santos y convencerlo para que retire los cargos; son familia y quizá pueda persuadirlo. A la par, doña Begoña intenta que su marido se alegre como ella de su recuperación, pero el empresario no puede olvidar el daño del pasado y su mujer, al oírlo, deja entrever su siniestra y maquiavélica enfermedad.
Más tarde, Maqueda revisa de nuevo el dinero recibido y lo oculta al llegar Tomás. Ambos comentan detalles de la boda y la falta de Alicia en el despacho. Alaban sus virtudes como trabajadora y creen que será una estupenda alcaldesa. La Marquesa comenta a Tomás lo que lamenta la boda de Adolfo con una loca y confía en que él elija mejor, aunque lo duda. Su hijo se revuelve, le reprocha sus secretos y le recuerda que aún tiene pendiente averiguar sus verdaderos orígenes; no parará hasta descubrir la verdad.
Por otro lado, Matías visita a Raimundo acompañado de su hija Camelia. Francisca coincide con Marcela y Mauricio que comentan el estado vegetativo de Raimundo y las escasas esperanzas de que mejore, pero Francisca reconoce que Raimundo es el amor de su vida y está dispuesta a dedicarle toda su energía.
Después, Matías vuelve a presionar a Alicia para que acepte el acuerdo y se retire de campaña, le recuerda lo peligroso que puede ser rechazar la oferta, pero ella no se achanta; no está dispuesta a renunciar a sus ideales.
Finalmente, Francisca merienda con Raimundo y recibe la visita inesperada de Emilia Ulloa.
Doña Begoña sostiene sus tijeras, inocentemente, pero don Ignacio le recuerda lo que sucedió en el pasado y el riesgo que corrieron. Su mujer quiere pasar página, se siente recuperada y le pide una segunda oportunidad para recobrar a su familia que don Ignacio acepta.
Entretanto, Marta y Ramón proponen a Pablo ayudarle con la búsqueda de su madre, tienen un amigo en Bilbao al que pueden encomendarle la tarea y Pablo acepta. Ramón desea a su mujer, pero Marta lo rechaza, educadamente. Manuela cree que las chicas deben descansar de los excesos de la boda, pero doña Begoña propone acudir a un mercado en Belmonte y contagia a sus hijas su entusiasmo.
Por su parte, Emilia se emociona al ver a su padre y Francisca le explica que, por ahora, no hay esperanzas de recuperación. Emilia saluda a Mauricio que comenta la llegada de otro especialista para ofrecer un nuevo tratamiento a Raimundo. Francisca lo teme; intuye el dolor de su marido, aunque no lo refleje.
Por otro lado, Maqueda reflexiona sobre la inquietante propuesta telefónica, en la que le proponen recibir más dinero. Doña Isabel está de mal humor y se lamenta de la boda de su hijo. Tomás coincide con Alicia y le alaba su compromiso y coraje político, cree que puede ganar las elecciones y se compromete a escuchar sus mítines.
Urrutia cuenta, su día a día, preso y lo mucho que las añora. Alicia aspira a que gane la República y pueda salir con una amnistía general.
Mientras, don Filiberto tropieza con dos individuos que le recuerdan su compromiso con la organización secreta y aunque el sacerdote intenta rechazarlo, le obligan a obedecerlos. A la par, Alicia y Barreiros se disponen a dar un mitin en la plaza y el veterano candidato, le recomienda brevedad y concisión. Alicia da un discurso revolucionario e invita a los vecinos a arrebatar las fábricas a los ricos.
Entretanto, Maqueda recibe otra llamada anónima y rechaza el dinero recibido. Después, Antoñita entrega al capataz, dos nuevas valijas y una nota, en la que le avisan que le llamarán. Además, Tomás reúne a los mineros encargados para contarles las mejoras que se van a aplicar.
Por su parte, Marcela percibe mucha tristeza en Emilia, aunque sus asuntos con la justicia estén resueltos y deduce que la enfermedad de Raimundo le ha afectado. Más tarde, la Marquesa se presenta en casa de Francisca para conocer a Emilia y aprovechando la ausencia de la Montenegro, intenta, sibilinamente, llevarla a su terreno y cuestionar a la Montenegro. Emilia comenta a Francisca la visita de la Marquesa y su sorpresa, por rechazar su hospedaje, pero la Montenegro evita dar demasiados detalles, en su casa se siente segura.
Por otro lado, Ramón informa a Pablo de lo averiguado por su amigo y parece que su madre se ha esfumado, pero le pide que no se desanime. Don Ignacio les dice que sus hijas han salido a montar a caballo y Ramón se molesta; Marta no se encontraba bien esa mañana. Su madre le pregunta por su matrimonio y Marta asegura estar satisfecha con Ramón.
Tomás visita a Alicia, pero el encuentro acaba fatal ya que Barreiros cuestiona a Tomás y a su familia y sugiere su implicación en el asalto. Alicia calla y no lo defiende; Tomás se marcha indignado. A la par, Marcela cuenta a Matías que la Marquesa está predisponiendo a Emilia contra Francisca y parece lograrlo.
Entretanto, Arcángeles encapuchados rodean a don Filiberto y le presionan para que se sume a su causa, pero duda; no los conoce. El portavoz le asegura que las dos personas más importantes de Puente Viejo están de su parte y finalmente, acepta y recibe un bautismo que le vincula con la organización.
Por otro lado, Carolina se enfada con Pablo porque se esfuma cuando ve llegar a doña Begoña, pero su madre le explica que debe entenderle y tener paciencia. Después, doña Begoña sorprende a su marido llevándole a la fábrica su tarta favorita y emocionado, recuerda sus primeros años de noviazgo y lo mucho que se quisieron. Su mujer le asegura que está curada y que le quiere desde siempre. Además, Rosa y Adolfo regresan de su viaje de novios.
Por su parte, el capitán Huertas descubre que Urbano es un estafador y Estefanía, su compañera. Dolores se enfrenta a ella.
Mientras, ofrecen a Maqueda ayudarles a comprar la mina de la Marquesa por una suma importante y le prometen una comisión, si la venta se concreta. El capataz pregunta a doña Isabel, si ha recibido alguna oferta y su respuesta es negativa. Más tarde, Tomás llega indignado de la visita a Alicia y se desahoga con el capataz que le aconseja tener cuidado. Tomás está confundido, no sabe de qué lado ponerse, si en el de Alicia, o en el que le exige su madre.
Finalmente, la Marquesa se hace la encontradiza con Emilia para predisponerla en contra de Francisca y le deja caer que quizá, la razón de la mudanza de la Montenegro es tener el camino despejado por si se cansa de Raimundo. Emilia interroga a Francisca sobre su relación con la Marquesa, pero la Montenegro le da largas y aprovecha para indagar en los verdaderos motivos de su llegada. La charla termina con la desconfianza sembrada entre ambas; la Marquesa lo ha conseguido.
El capítulo del viernes pasa al lunes siguiente ya que en su lugar se emitió una entrega especial con motivo del inminente final de la serie.