
Mientras Guillermo, cegado por el odio hacia Ordóñez, destruye las pruebas que podrían dar la vuelta al caso e inculpar a Irene, Luisita y Amelia se despiden para siempre de la Plaza de los Frutos. La próxima semana en la recta final de la octava temporada de “Amar es para siempre”.
El próximo lunes 24 de agosto, Antena 3 inicia una nueva ronda de capítulos de “Amar es para siempre”, su ficción líder de las tardes que atraviesa la recta final de la octava temporada y ya prepara las tramas de la novena con nuevos personajes que interpretarán Verónica Forqué, Manuela Velasco, Oriol Tarrasón y Unax Ugalde, entre otros.
La semana pasada, el caso de Ordóñez rompió la relación entre Guillermo y Lourdes, y en los próximos capítulos, Armando volverá a vivir con sus hijos mientras Guillermo, cegado por su odio hacia Ordóñez, destruirá las pruebas que podrían dar la vuelta al caso e inculpar a Irene. Además, Amelia y Luisita dirán adiós a la Plaza de los Frutos.
El final de Ordóñez se precipita. No solo su salud empeora por días, también parece que Lourdes no podrá demostrar ante el juez que esta vez, su padre no miente. Y así, Armando acepta por fin que su enfermedad le obliga a tener a alguien a su lado. No puede vivir solo. Su hija menor, Inma, intenta convencer al resto de los hermanos para que su padre vuelva a casa. Lourdes parece convencida, pero Mateo monta en cólera ante la sola idea de tener a su padre cerca cada día.
Por otro lado, cuando todo parecía transcurrir según lo previsto, Luisita y Amelia descubren que ya no hay comprador para el King´s. De esta forma, Benigna no podrá ayudarles a cumplir su sueño… tendrán que esperar.
Entretanto, las amenazas de Rai calan en el barrio y los vecinos echan la culpa a Curtis de la llegada del mafioso.
Además, las diferencias entre Marina y Fede parecen insalvables. Es más, sus continuas discusiones en el hotel ponen en peligro su trabajo. La joven propone una solución drástica a Fede… que deje el trabajo como recepcionista en el hotel.
Ordóñez finalmente se instala con sus hijos en la casa familiar, pese a las reticencias de Mateo. Inma celebra la noticia, pero a la vez está triste por otro motivo que acaba confesando a Marisol… el motivo por el cual aparta a Manolín de su lado.
Mientras, lleno de dudas, Guillermo se reúne con Carrión, quien le entrega algo que podría dar la vuelta al caso…
Entretanto, tras el fracaso en la venta del King´s, Amelia y Luisita no tienen más remedio que renunciar a su sueño de ser madres.
Además, Fede valora si marcharse a la radio sabiendo que eso supone alejarse de Marina para siempre; y Jose intuye que Herminia oculta algo y se lo hace saber a Curtis.
Lourdes trata de no caer en la desesperación al no conseguir nada nuevo con lo que preparar la defensa de su padre… Mientras, Guillermo duda sobre qué camino tomar tras sus últimos descubrimientos. A la par, el padre Angoitia confiesa a Ordóñez de sus pecados.
Entretanto, los vecinos despiden a una de las parejas más queridas del barrio… Luisita y Amelia se despiden de la Plaza de los Frutos. Pero la marcha de Luisita no es el único problema de Marcelino. Rai lo sigue extorsionando. Y así, Marcelino comienza a buscar soluciones un tanto desesperadas.
Además, tras la conversación con Marisol, Inma tiene algo que confesar a su amigo Manolín; e Irene presiona a Marina para que tome una difícil decisió: o ella o Fede.
Ya hay fecha para el juicio de Ordóñez y Lourdes sigue sin una estrategia clara de la defensa. A la par, mientras Irene y Guillermo deben solucionar una debilidad de última hora de su acusación, Ordóñez recoge lo sembrado y sufre el odio de la Plaza de los Frutos.
Además, Curtis trata de hacer cambiar de idea a Marcelino sobre su petición de un arma; Inma, avergonzada, reconoce a Marisol que se declaró a Manolín; y a un traumatizado Pelayo le aterroriza estar solo en El Asturiano.
Guillermo toma una decisión trascendental para el caso. Además, supone poner por encima de su relación con Lourdes su odio hacia Ordóñez. El abogado destruye las pruebas que podrían dar la vuelta al caso e inculpar a Irene. Mientras, consciente de su comportamiento en los últimos días, Mateo comienza a temer parecerse a su padre.
Por otro lado, Marcelino consigue tener a su alcance la pistola que tanto desea, ¿qué hará?; Fede siente que cada vez está más apartado de su antigua vida en la Plaza de los Frutos; y Benigna convence a Pelayo de enfrentarse a su miedo a través de unas clases de defensa personal.