Carmen acepta la idea de Tasio de adoptar al bebé que espera de Claudia, pero ésta tiene una inesperada reacción. Esto y más, en el capítulo 65 de “Sueños de libertad”, el lunes 27 de mayo en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
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En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el viernes 24 de mayo, Begoña concluyó que Jesús mató a Clotilde. María se empeñó en organizar una cena para un cliente de las perfumerías; Jaime frustró un pícnic que Fina había preparado a Marta; y Luz aceptó compartir consulta con Jaime. Además, Begoña pidió ayuda a Elena para desenmascarar a Jesús, pero al nombrar a Clotilde, la exsecretaria huyó asustada…
Avance de lo que pasará el lunes 27 de mayo en el capítulo 65 de “Sueños de libertad”
En la mansión, María está de los nervios porque teme que la cena que ha organizado para que los De la Reina vuelvan a recuperar a Sebastián Ortega como cliente sea un desastre y su familia política le impida volver a meter las narices en sus negocios. La mujer de Andrés se arrepiente de haberse implicado en este berenjenal.
En la tienda, Claudia cuestiona a Carmen sobre el plan de Tasio de adoptar al bebé que espera. La dependienta asegura que querría a ese niño como si fuera suyo. En todo caso, lo único que le importa es lo que opine su amiga, que está “hecha un lío”.
Más tarde, Carmen reprocha a Tasio que haya tanteado a Claudia sin contar con ella. El operario afirma que “hay que ser rápidos”, pues se trata de su hijo y el cura anda detrás de la de Don Benito. “La que sobra soy yo”, suelta su esposa, que se siente desplazada.
En la cocina, Fina comenta a Isidro que “un imprevisto ha cancelado” el pícnic con su chica. El chófer nota muy triste a la muchacha y recuerda el encargo de su esposa horas antes de morir: “Pase lo que pase, haz que nuestra hija sea feliz”. Cuando pregunta a la dependienta si su novia le da la felicidad, ésta calla, pero su cara dice que no…
En el dispensario, Begoña cuenta a Luz que, al intentar hablar con Elena, la exsecretaria huyó como alma que lleva el diablo. Por su parte, la doctora intuye que chocará con Jaime. En esas, aparece Jesús, que comunica a su mujer que llegará tarde a la cena con los Ortega. “No puedo mirarle a la cara”, confiesa Begoña a Luz cuando él se marcha…
En las dependencias de los Merino, Luis revela a Digna que, tras despedirse apasionadamente de Luz, ahora le resulta incómodo que continúe en la colonia. Su madre no entiende por qué el perfumista, si verdaderamente está enamorado de la doctora, ve lo ocurrido como un problema y no como una bendición.
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Después, Digna se presenta en el dispensario y expone a Luz que Luis está desconcertado con los vaivenes de su relación, la cual no sabe cómo afrontar después de aquella fogosa despedida. La doctora, irritada, le espeta que “eso es algo que queda entre él y yo”. No obstante, la cocinera le aconseja “que sean amigos” y la médica recoge el guante.
En la cantina, Tasio informa a Carmen que, finalmente, desiste de criar al hijo que espera de Claudia: “Nada es más importante que tú”. Su mujer le agradece su generosidad, pero al ver a su marido llorar como una magdalena, se niega a que renuncie “a eso que a ti te faltó”: “Lo adoptaremos, y seré muy feliz siendo su madre…”
Luego, explican a Claudia que están dispuestos a quedarse con su bebé y que les gustaría que ella formara parte de la familia en calidad de madrina del niño. “No os voy a dar a mi hijo”, salta la extremeña a estas alturas de la película, echando a la pareja de su cuarto con cajas destempladas…
Durante la cena con los Ortega, que aparentemente ha sido todo un éxito, Andrés parece sospechar que en el pasado hubo algo entre María y Sebastián. Después de comer, éstos se quedan solos y él la colma de piropos y le sugiere una cita íntima: “Si Andrés no te valora, es que está ciego”.
Por la noche, Luis visita a Luz y ésta le desvela que está tan confundida como él. Ambos tratan de definir su futuro y, tras muchos rodeos, acuerdan ser “amigos no amigos” (¿amigos con derecho a roce?) y se estrechan la mano…
Por su parte, Fina manifiesta a Marta que la quiere, pero sabe que la presencia de Jaime hace inviable su romance. “Intenta ser feliz con tu marido”, recomienda la dependienta a la jefa, convencida de que lo suyo es imposible. “Adiós”, se despide la joven, y su novia se hunde en un mar de lágrimas…
En la alcoba, Jesús pregunta a Begoña si está molesta y ella contesta que no, pero cuando se acerca para acariciarla, le rehúye con la excusa de que está cansada. “Me desprecias porque no puedo darte un hijo”, sentencia él antes de derrumbarse en el regazo de su esposa…
Si te has perdido algo, repasa los capítulos anteriores en nuestro último avance semanal de “Sueños de libertad”.
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