Carla está a punto de descubrir el secreto de Íñigo y Matilde mientras actúa con él como si fuesen pareja. Por su parte, don Fermín quiere aclarar las amenazas de Aguirre con la actual propietaria de las galerías. Te lo contamos todo en el avance exclusivo del capítulo 57.
Carolina Aldara
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"La Moderna", la serie diaria para las sobremesas de La 1, ha cerrado la semana al rojo vivo y con importantes frentes abiertos. Íñigo y Matilde han conseguido engañar a Carla y vivir su amor tranquilos y a escondidas. Aunque puede que la alegría no dure mucho tiempo después de que a ella se le haya caído un broche en el piso del dueño del Madrid Cabaret. El secreto podría estar en peligro, como también lo está el futuro de La Moderna con Carla decidida a hacerse con el salón de té.
Aguirre ya ha mostrado sus cartas en el despacho de don Fermín, pero el dueño del establecimiento no va a quedarse con las ganas de ponerle en su sitio. Descubre cómo en el avance exclusivo del capítulo 57 que te ofrecemos en vemosTV y que La 1 emitirá el lunes 18 de diciembre a las 16.30.
Avance de lo que pasará en el capítulo 57 de “La Moderna” el lunes 18 de diciembre
La obsesión de Carla por Íñigo se ha vuelto más fuerte ahora que cree que le tiene controlado. La viuda de Morcuende, ya sin la presencia de su marido como obstáculo, actúa como si fuese su pareja reservando mesa en restaurantes y apareciendo sin previo aviso en su casa. Será allí donde encuentre el broche perdido de Matilde, poniendo en peligro el secreto de la relación entre la dependienta e Íñigo.
Carla quiere controlarlo todo, incluso el Madrid Cabaret que don Jaime le dejó en herencia a Íñigo. Allí le reprocha haber contratado a Emilio como camarero. Otro lugar que se escapa a su control es La Moderna. Las amenazas de Aguirre hacia don Fermín no han tenido el efecto deseado y el propietario sigue negándose a vender el salón de té. Y no sólo no vende, sino que además le comunica a Carla que se sintió presionado por el antiguo sargento.
La confesión de don Fermín, lejos de conseguir que Carla empatice, se acaba convirtiendo en una nueva amenaza por parte de la actual propietaria de las galerías. La cuerda comienza a tensarse entre los dos empresarios, con intereses opuestos.
Esta situación no ha pasado desapercibida tampoco para Matilde, que sigue preocupada por la conversación que mantuvo su jefe con Aguirre, sobre todo ahora que le ve acudir raudo y veloz al despacho de Carla. La joven comparte sus sospechas con Íñigo, quien le pide que le mantenga informado sobre cualquier movimiento inusual. Pero lo que realmente le preocupa a ella son los insistentes coqueteos de la viuda de Morcuende con su novio.
Aunque no será la única mujer que rondará la vida de Íñigo. Las noches de fiesta de Inés en el Madrid Cabaret han hecho coincidir a las hermanas con el propietario del local de moda, que las vuelve a encontrar en La Moderna y habla más de lo que a la mayor de las sobrinas de don Fermín le gustaría. Tanto que por poco su tío se entera de que no trasnocha precisamente para estudiar, sino para tontear con todos, también con Emilio, su camarero favorito.
La que creen como hija perfecta está demostrando tener aficiones más divertidas que el estudio, aunque no a ojos de su familia. Gabriela, cegada por las mentiras de Inés, organiza un encuentro con la familia de Conrado, un joven que ve como perfecto candidato para su hija mayor. Pero ella se deshará de él en cuanto pueda y tendrá que ser Laurita quien vuelva a cubrir todo el engaño.
En cuestión de amores, Miguel cree que los cortejos de Teresa son cosa del pasado, especialmente después de todo lo que ha sucedido con Aquiles, pero nada más lejos de la realidad. Tampoco Cañete ha conseguido olvidar a Trini, así que la tranquilidad no acabará de llegar al matrimonio secreto.
Por su parte, Esperanza chantajea a Pietro para que le consiga unos zapatos más pequeños si no quiere que todo el mundo se entere de que ha sido ella quien ha puesto los exitosos nombres a los helados.
En la corrala las cosas no andarán más tranquilas. Cuando parecía que la vida de Emilio tomaba un rumbo acertado y Pablo volvía a la normalidad, Raimundo está de vuelta con poca intención de enderezarse, pues ya está preparando el próximo golpe y quiere que su hermano le acompañe.
Pablo no será ajeno a toda esta situación, pero Antonia y Rosario están ojo avizor para que ninguno de los tres vuelva a las andadas. Aunque el joven Garcés tiene ahora la cabeza ocupada en otros asuntos. Su amistad con Marta va ganando confianza al tiempo que ella empieza a sentirse a salvo con su nueva “familia”.
Tanto es así que se siente con fuerzas para ponerse en contacto con su madre y decirle que está bien y que no se ha olvidado de ella. Para eso le pide ayuda a Luisa para escribirle una carta. Además, quiere hacer de celestina entre Antonia y Pietro, convencida de que entre ellos hay algo más que una bonita amistad.
De esta forma comenzará la próxima semana en “La Moderna”. Si quieres recordar todo lo que ha ocurrido en los últimos capítulos, puedes hacerlo en el avance semanal del 11 al 15 de diciembre.
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