El capítulo 340 de “La Promesa” ha provocado todo un cisma entre los espectadores de la serie. Mientras unos están de parte de Jimena y la ven como una víctima, otros piensan que lo suyo es un destino más que merecido. Por si fuera poco, TVE sorprende anunciando que la esposa de Manuel no ha muerto, sino que ha quedado muy malherida. ¿Qué será de ella?
Fátima Cruz
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El regreso de Jimena al palacio de los Luján ha terminado de la peor manera posible. Después de que Manuel le confesara delante de toda la familia que estaba enamorada de otra, la hija de los Duques se obsesionó con averiguar la identidad de la amante secreta de su marido. Con lo que no contaba Jimena era con que su propio secreto, el del falso embarazo, también iba a salir a la luz. ¿El resultado? Una Jimena desesperada que decide lanzarse al vacío con todas las consecuencias, harta de ser utilizada por unos y otros. ¿Y ahora qué?
Después de que los promisers se pasaran todo el fin de semana divagando acerca de la posible muerte de la esposa de Manuel, TVE ha confirmado este domingo que Jimena no muere en la caída desde la balaustrada, aunque queda muy malherida y con pocas posibilidades de sobrevivir.
Sea como sea, el final trágico de Jimena ha provocado un cisma entre los espectadores de “La Promesa”. Por un lado, hay quienes defienden a capa y espada a la esposa de Manuel, a quien consideran una víctima. Para ellos, Jimena es una pobre desgraciada que ha tenido que soportar que sus padres la casaran con dos hombres a los que ni conocía, ni amaba. Y no solo eso, sino que Manuel, para esta parte de los espectadores, no ha tratado nada bien a su esposa, siéndole infiel e ignorándola de muy malos modos.
Jimena, de una lucidez impresionante. En esa familia les falta corazón a todos, se contagian la maldad familiar, los padres de ella lo mismo, unos peseteros egoístas. Y luego está Jana, una hipócrita tremenda.
— Feminista y . (@HizaraTarotista) April 19, 2024
Por otra parte, están quienes piensan que Jimena es una de las grandes villanas de la serie, la principal amenaza para el amor entre Manuel y Jana. Este sector de la audiencia no perdona a Jimena que engañase a Manuel manipulando sus recuerdos cuando tuvo el accidente de avión, ni que prendiese fuego a su dormitorio con Catalina dentro, ni mucho menos que fingiese su embarazo y posterior aborto. Porque no todo vale.
Cómo que pende de un hilo?! El personaje ya no da más de sí, Jimena tiene que morir, ese es el mejor final que le pueden dar ????
— Nuria (@Nuria_PS85) April 21, 2024
El gran secreto de Jimena sale a la luz
Jimena encuentra en una visita al hangar las fotografías del viaje romántico de Jana y Manuel a la playa, lo que deja al descubierto por fin que la doncella en la que tanto confiaba era la amante de su marido.
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Con ese as bajo la manga, Jimena está decidida a atar a Manuel para siempre, pues cree que le podrá chantajear. Sin embargo, la hija de los Duques no contaba con que Abel iba a delatarla de la peor manera.
El médico habló en primer lugar con los Marqueses y con Manuel, que se quedó destrozado al conocer la mentira en la que había vivido por culpa de Jimena. Convencidos de que ese suceso sería suficiente para lograr la nulidad matrimonial, tanto los Marqueses como su hijo decidieron destapar a Jimena delante de sus padres.
Doña Mercedes ya era conocedora de lo que había hecho su hija. Es más, fue ella quien le consiguió la sangre para fingir el malogro del embarazo. Pero don José Luis no se lo esperaba para nada. De ahí su reacción desmesurada: “Jimena, ¿nunca existió el malogro ese que, supuestamente, tan hundida te dejó? ¿Cómo has podido hacernos esto? Eres la vergüenza de nuestras vidas”, le espetó a su hija.
Jimena se sincera ante todos
El Duque de los Infantes, furioso al conocer que su hija les había dejado en evidencia, no dudó en amenazar a Jimena. “Irás a un convento de clausura. Allí vivirás toda tu vida. No eres indigna de tu apellido. Eres la deshonra de la familia”, le dijo.
Pero ella, intentando escapar de un padre que trataba de alcanzarla levantando la mano, huyó escaleras arriba y, asomada a la balaustrada, no le tembló el pulso a la hora de expresar cómo se había sentido todo este tiempo y lo que había sufrido desde el día en que conoció a los Luján.
“Siempre he hecho lo que ustedes han querido. Sin pensar ni por un momento en mi propio bienestar o en lo que yo necesitaba. Primero, me casaron con Tomás, un mujeriego al que lo único que le importaba era la dote... y ni siquiera se preocuparon de que nos tratáramos algo antes de la boda. Me casé con un desconocido. Luego les convino casarme con Manuel, a pesar de que él tampoco me quería. Lo único que le importaba, de nuevo, era la dote. La misma que los marqueses no habían recibido tras mi primer matrimonio. ¿Tanto les hubiera costado darles ese dinero a los Luján, sin pedir nada a cambio? ¿Por qué casarme otra vez con un hombre que no me amaba? Sé muy bien por qué lo hicieron. Lo hicieron porque yo nunca les he importado. He sido una triste moneda de cambio toda la vida. Padre, su único mérito en la vida ha sido ganar dinero suficiente para tapar sus trapicheos y sus amantes. Y usted, madre, no es más que una cornuda y una cobarde, capaz de vender y traicionar a su propia hija solo por mantener su estatus”, sentenció Jimena.
Pero eso no era todo, porque también tuvo unas palabras muy duras hacia su familia política: “Y, por si no tenía bastante con los dos, me echaron en brazos de una familia, los Luján, que tampoco me ha querido jamás. Empezando por usted, Marquesa, que solo me quiso utilizar como una pieza más en sus intentos de convertir a Manuel en un hombre de provecho. Nada de eso hubiese importado gran cosa de no haber sido por un inesperado accidente: en algún momento, y no sé cómo, me enamoré de ti. En mala hora. Fui a dar con un ingrato, un hombre incapaz de apreciar el amor que yo le daba. Yo te quiero mucho, Manuel, te quiero muchísimo... Pero de ti solo he recibido desprecios y rechazos. Por ti he estado dispuesta a hacer cualquier cosa, pero, por desgracia, nada te basta. Y ¿sabes por qué? Porque, en el fondo, eres igual que tu hermano, un ser despreciable. Todos sois unos despreciables. No me merecéis”.
Y, dicho esto, y sin que nadie lo esperara, la muchacha se tiró desde lo alto de las escaleras estampándose en el recibidor del palacio con un sonoro estruendo. Todo ello ante los ojos de los allí presentes y de Jana, que acudió al escuchar los gritos.
La pregunta que todo el mundo se hizo entonces fue si Jimena había muerto, y parece ser que no. La esposa de Manuel se aferra a un hilo de vida, aunque ha quedado muy afectada y sus posibilidades de sobrevivir son escasas.
De todas formas, tendremos que esperar a ver los próximos episodios para aclarar este punto y comprobar cómo avanza la trama, así como para averiguar quién encuentra las fotografías de Jana y Manuel que Jimena lleva guardadas en su vestido. De momento, puedes echar un vistazo a nuestro avance exclusivo de los episodios del 22 al 26 de abril de “La Promesa” en vemosTV.
Josep Cister se despide de Paula Losada
Sea como sea su final, lo que está claro es que esta vez sí es el adiós definitivo de Paula Losada en “La Promesa”. Así se deduce de las palabras que Josep Cister Rubio, creador de la serie, le ha dedicado en su perfil de Instagram:
“Hay gente con la que te toca la lotería con @paulalosadalie nos tocó El Gordo. Talentosa, trabajadora, gran compañera y mejor persona. Jimena De Los Infantes no era un personaje fácil, pero ella lo entendió. La recuerdo en los primeros ensayos nerviosa y perdida sin saber muy bien si lo que hacía estaba o no estaba bien. Poco tardamos en encontrar a Jimena y cuando lo hicimos Paula no hizo más que volar y volar hasta llegar a hacer cosas espectaculares. Paula t’estime molt i espere tornar a currar amb tu molt aviat. Merci per tot!”
Decimos adiós, por tanto, a una gran actriz que, a pesar de su poco experiencia, ha demostrado en “La Promesa” que está a la altura de las grandes.
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